Corresponsal en Moscú

Esta infracción menor debería haberle valido a Alexandra Skotcilenko una sentencia leve. Pero en Rusia, este artista de 33 años fue condenado el jueves a “siete años de colonia penitenciaria” por oponerse a la guerra en Ucrania. Un tribunal de San Petersburgo lo declaró culpable de “difundir noticias falsas” sobre el ejército. “Vergüenza, vergüenza, vergüenza”, gritó el público que acudió a apoyarla cuando se conoció el veredicto, mientras la joven vestida con una colorida camiseta adornada con un corazón rojo rompía a llorar.

En marzo de 2022, pocas semanas después del inicio de la invasión de Ucrania, Alexandra Skotchilenko fue a un supermercado de San Petersburgo y pegó cinco etiquetas pacifistas en los precios de determinados productos. “Putin nos ha estado mintiendo durante 20 años”, decía uno de estos mensajes, o “El precio de esta guerra son las vidas de nuestros hijos”. También denunció el bombardeo de la ciudad ucraniana de Mariupol, que ha causado numerosas víctimas civiles.

“Mi bisabuelo no participó en la Gran Guerra Patria (1941-1945, nota del editor) para que Rusia se convirtiera en un estado fascista”, escribió también Alexandra Skotchilenko en una de las etiquetas. Ante las acusaciones del fiscal, se defendió sin embargo de haber llamado «fascista» a la Rusia de Putin, subrayando que sólo quería denunciar un «peligro» para el país. “Todos en esta sala sólo quieren una cosa: ¡paz! (…) Todo el mundo ve y sabe que a un terrorista no se le juzga. No se juzga a un extremista. Ni siquiera se juzga a un activista político. Estáis juzgando a una pacifista”, dijo ante el público, donde el jueves varias personalidades acudieron a apoyarla, entre ellas el famoso director Alexandre Sokurov.

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Denunciada por un cliente de un supermercado, Alexandra Skotchilenko permanece en prisión preventiva desde abril de 2022. Su juicio comenzó el pasado mes de diciembre. Todas las solicitudes de arresto domiciliario fueron rechazadas porque su hermana vive en Francia, país que la justicia rusa considera un riesgo de fuga. Y mientras tanto, su salud en prisión se ha deteriorado debido a la falta de apoyo médico, lamentan sus seguidores, según los cuales la joven padece una enfermedad intestinal crónica y un problema cardíaco congénito. Su caso recuerda al de Alexei Gorinov, diputado municipal de Moscú, condenado en julio de 2022 a siete años de prisión por denunciar la guerra y cuya precaria salud suscita preocupación.

Abiertamente homosexual, Alexandra Skotchilenko considera en una carta representar “todo lo que el régimen de Putin no tolera: la creatividad, el pacifismo, el LGBT, el feminismo, el humanismo (…)”. En un comunicado, la ONG Amnistía Internacional denunció «un juicio falso» y estimó que el asunto Skotcilenko «se ha convertido en sinónimo de la opresión absurda y cruel a la que se enfrentan los rusos que se oponen abiertamente a la guerra».