Investigadores quebequenses están poniendo en marcha un centro de investigación sobre la biodiversidad, con la esperanza de emular el éxito del consorcio Ouranos, especializado en el cambio climático. Dirigido por el profesor Jérôme Dupras, el centro tendrá como objetivo “construir un puente entre la ciencia y el campo”.
El Centro de Investigación Aplicada sobre Biodiversidad y Ecosistemas, CRABE, estará adscrito a la Université du Québec en Outaouais (UQO) y se beneficiará de una financiación inicial de 2,3 millones de dólares del Fondo de Investigación de Quebec. Su objetivo será apoyar a los gobiernos subnacionales, principalmente a los municipios, en el logro de sus objetivos de conservación.
«Tenemos 20 años para ponernos al día [en biodiversidad] en comparación con Ouranos», dice Jérôme Dupras, profesor de la UQO y titular de la Cátedra de Investigación de Canadá en economía ecológica. Nuestra misión es aumentar la alfabetización social sobre la biodiversidad”, añade.
El consorcio Ouranos, recordemos, se creó en 2001 con la misión de establecer el vínculo entre la ciencia climática y las necesidades de adaptación para afrontar el cambio climático. Con el paso de los años, Ouranos se ha convertido en una auténtica referencia en Canadá en materia de cambio climático.
Según el profesor, en Quebec no faltan investigaciones sobre la biodiversidad, “lo que falta es encontrarle sentido. Necesitamos construir un puente entre la ciencia y el campo”.
Según el investigador, existe dificultad para comprender los impactos de la disminución de la biodiversidad. Impactos que también pueden acumularse durante varios años antes de que el público se dé cuenta. «Este retraso es mundial, no sólo en Quebec», subraya Jérôme Dupras.
“Con la COP15 sobre biodiversidad, que se celebró en Montreal, la idea era mantener un cierto impulso”, explica Dupras. Se han establecido contactos con varias organizaciones, entre ellas Ouranos y el científico jefe de Quebec, Rémi Quirion. «Saludo la creación de esta nueva estructura que permitirá desarrollar conocimientos avanzados sobre la biodiversidad y que conectará a científicos y tomadores de decisiones para apoyar políticas públicas basadas en evidencia», declaró Quirión.
Con un equipo inicial de unas diez personas, CRABE proporcionará principalmente síntesis, formación y apoyo a municipios y empresas privadas. La nueva organización cuenta con varios socios para lanzar sus actividades: Finance Montréal, el Fonds de solidarité FTQ, la Fédération québécoise desmunicipes, Ouranos y la Union de productores agricole.