(Seúl) El presidente ruso, Vladimir Putin, esperado el martes y miércoles en Corea del Norte para una visita de Estado excepcional, aseguró a Pyongyang el «apoyo inquebrantable» de su país contra el «enemigo astuto, peligroso y agresivo», y le agradeció su apoyo a la operación militar en Ucrania.

Está previsto que Putin realice una visita de Estado a Corea del Norte el martes y miércoles, tras lo cual se podría firmar un acuerdo de asociación estratégica entre estos dos países cuya alianza Occidente percibe como una amenaza.

“Rusia apoyó [a Corea del Norte] y a su heroico pueblo en su lucha por defender su derecho a elegir por sí mismos el camino de la independencia, la originalidad y el desarrollo en la confrontación con el enemigo astuto, peligroso y agresivo, ayer y mañana también, y Los apoyaremos inquebrantablemente en el futuro”, escribió Putin en un artículo publicado por el diario oficial norcoreano Rodong Sinmun y la agencia KCNA.

También dijo que Pyongyang “apoya firmemente” la ofensiva militar rusa en Ucrania y le agradeció por ello.

Esta visita “muestra cuán dependientes son ahora el presidente Putin y Moscú de los países autoritarios de todo el mundo. Sus amigos más cercanos y mayores partidarios del esfuerzo bélico ruso –la guerra de agresión– son Corea del Norte, Irán y China”, comentó el lunes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, desde Washington, subrayando que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ahora está “violando las sanciones” impuestas a Corea del Norte.

“Lo que nos preocupa es la profundización de la relación entre estos dos países, no sólo por el impacto que tendrá en el pueblo ucraniano, porque sabemos que los misiles balísticos norcoreanos todavía se utilizan para atacar objetivos ucranianos, sino también porque podría haber Habrá cierta reciprocidad que podría afectar la seguridad de la Península de Corea”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

«Este tratado, si se firma, estará naturalmente condicionado por la profunda evolución de la situación geopolítica en el mundo y en la región y por los cambios cualitativos que han tenido lugar recientemente en nuestras relaciones bilaterales», afirmó.

Según sus palabras, Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un harán también «declaraciones a la prensa» y el presidente ruso asistirá a un concierto en su honor.

El maestro del Kremlin estará acompañado por su jefe de diplomacia, Serguéi Lavrov, y su ministro de Defensa, Andréi Beloussov.  

Posteriormente, el presidente ruso visitará Vietnam, otro socio de Rusia desde la era soviética, los días 19 y 20 de junio.

El viaje a Corea del Norte se produce nueve meses después de que Putin recibiera a Kim Jong-un en el Lejano Oriente ruso, una visita durante la cual los dos hombres se elogiaron pero no concluyeron, al menos oficialmente, bien.

Según Occidente, Pyongyang ha recurrido a sus vastos arsenales de municiones para abastecer masivamente a Rusia, y la semana pasada el Pentágono acusó a Moscú de utilizar misiles balísticos norcoreanos en Ucrania.

A cambio, según Washington y Seúl, Rusia proporcionó a Corea del Norte experiencia para su programa de satélites y envió ayuda para hacer frente a la escasez de alimentos del país.

Kim Jong-un elogió el miércoles, antes de la visita del líder ruso, los lazos «inquebrantables y de hermanos de armas» entre Pyongyang y Moscú, que se remontan a la era soviética.

Durante su viaje a Rusia en septiembre de 2023, ya había declarado que los vínculos con Moscú eran la “prioridad número uno” de su país.

Corea del Sur dijo el jueves que estaba «siguiendo de cerca los preparativos» para la visita de Vladimir Putin, y pidió a Moscú que «contribuya a la paz y la estabilidad en la península de Corea respetando al mismo tiempo las resoluciones del Consejo de Seguridad» de la ONU.

Seúl ha brindado una importante ayuda militar a Ucrania, donde el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, visitó el mes pasado, y está participando en las sanciones occidentales contra Moscú.

Vladimir Putin presenta su ataque a Ucrania y sus esfuerzos diplomáticos como una batalla para luchar contra la hegemonía estadounidense en el escenario internacional.

Esta es sólo la segunda visita a Corea del Norte del líder ruso, cuya última visita fue hace casi un cuarto de siglo, poco después de llegar al poder, para reunirse con el padre de Kim Jung Un, Kim Jong-il.