(Bucarest) El camino está ahora despejado para el primer ministro holandés, Mark Rutte, candidato a jefe de la OTAN, tras la retirada de la carrera de su único competidor, el presidente rumano Klaus Iohannis, el jueves.

El líder de 65 años indicó que había informado a los países de la Alianza Atlántica de que tiraba la toalla, anunció en un comunicado el Consejo Superior de la Defensa Nacional, que decidió apoyar a Rutte.

Este es el final de una falsa incertidumbre, ya que las posibilidades del funcionario rumano, que había revelado sus ambiciones en marzo, diciendo que quería encarnar el flanco oriental de la Alianza Atlántica, parecían débiles frente al apoyo estadounidense concedido a Mark Rutte. .

La propuesta era, sin embargo, seria: Rumanía ganó terreno dentro de la alianza, debido a su posición estratégica en la frontera entre Ucrania y Moldavia, países no miembros de la OTAN. También limita con el Mar Negro y allí están desplegados más de 5.000 soldados de la OTAN.

Pero Klaus Iohannis no logró convencer a los otros 31 países de la Alianza. Sólo la Hungría del primer ministro nacionalista Viktor Orban le había dado su apoyo, antes de unirse el martes al gran favorito, Mark Rutte.

La decisión, tomada por consenso entre los Estados miembros para este cargo que corresponde a un europeo, de nombrar al líder holandés de 57 años, deberá ser anunciada en la cumbre de Washington en julio.

Bajo el mandato de Jens Stoltenberg, que finaliza el 1 de octubre, la OTAN ha adquirido una importancia crucial ante la guerra en Ucrania.