Dos jueces de instrucción de Bobigny ordenaron el viernes 12 de enero la remisión a la justicia penal de la alcaldesa del PS de Canteleu (Sena Marítimo), Mélanie Boulanger, y de uno de sus adjuntos, por complicidad en el tráfico de drogas, según nos informó una fuente cercana a el caso.

Los jueces siguieron las exigencias de la fiscalía de Bobigny, que había solicitado su despido a finales de diciembre, así como las de otras 17 personas sospechosas de estar implicadas en un gran tráfico de drogas en esta ciudad cercana a Rouen, según esta fuente, que confirma las informaciones de el medio normando Le Poulpe. No se ha especificado la fecha del juicio.

Según la orden de remisión, consultada por la AFP, Mélanie Boulanger está acusada de ser cómplice de la adquisición, transferencia o transporte no autorizados de estupefacientes entre septiembre de 2019 y octubre de 2021. Mélanie Boulanger es sospechosa de haber proporcionado información a los traficantes sobre los controles policiales, retrasando el instalación de cámaras de videovigilancia, lo que ella siempre ha negado.

Su adjunto Hasbi Colak, responsable de desarrollo económico, está siendo procesado en particular por haber informado a los traficantes sobre los controles policiales o por haberles puesto a su disposición el vehículo de su empresa, y será juzgado por los mismos hechos. El caso comenzó en 2019, con la detención en Seine-Saint-Denis de un hombre vinculado a una familia de Canteleu, los Mezianis, en el centro del caso.

Se abre entonces una investigación judicial por tráfico de drogas y asociación delictuosa dirigida por un juez de Bobigny. Dos años más tarde, en octubre de 2021, Mélanie Boulanger y su ayudante fueron puestos bajo custodia policial durante una redada antinarcóticos y liberados al día siguiente. Mélanie Boulanger había afirmado no tener “ningún vínculo” con los narcotraficantes en su ciudad normanda de 14.000 habitantes situada en los suburbios del norte de Rouen, de la que es alcaldesa desde 2014.

Según ella, la contactaron para intentar “impresionarla, intimidarla, disuadirla de liderar la lucha” contra la delincuencia. Pero según la orden de remisión, la funcionaria electa nunca presentó una denuncia por las amenazas que dice haber recibido. Los jueces evocan un doble juego de Mélanie Boulanger, que mostró públicamente su deseo de luchar contra el tráfico de drogas, pero cuyas decisiones fueron guiadas por los traficantes con los que estaba en contacto directo.

Según este documento, Mélanie Boulanger, por ejemplo, exigió responsabilidades a un comisario por una operación policial que había causado molestias a los miembros de los hermanos Meziani. Las otras 17 personas devueltas a centros penitenciarios están siendo procesadas por tráfico de drogas o asociación criminal.