Francia tenía «el 72% de los niveles freáticos que están por debajo de lo normal para la temporada» el 1 de agosto, frente al 68% un mes antes, las lluvias de verano no llenaron los niveles freáticos, anunció el jueves el ministro para la Transición Ecológica, Christophe Bechu.
«Estamos en datos que son comparables al año pasado en la misma época» pero la situación es «muy contrastada» según la región, explicó a algunos periodistas.
“Tenemos una situación que es mejor en el gran oeste en general, en particular en Bretaña, una parte de Aquitania, pero por el contrario tenemos una situación que es más preocupante con niveles históricamente bajos en el lado, por ejemplo, del Ródano. y los valles del Saona”, detalló el ministro.
Las lluvias de verano, por lo tanto, no habrán permitido corregir una situación difícil porque no penetran profundamente y no permiten recargar las capas freáticas. Estas lluvias «riegan la vegetación», pero «sobre todo necesitamos lluvias en otoño e invierno para recargar adecuadamente las aguas subterráneas», recordó Christophe Béchu.
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Además, 85 municipios están experimentando actualmente escasez de agua (67 abastecidos por camiones cisterna y 18 por agua embotellada), es decir, unos diez más que hace una semana, dijo el Sr. Béchu. A finales del verano pasado, mil municipios se encontraban en dificultades, incluidos cerca de 750 abastecidos por cisterna o agua embotellada.
Las tensiones actuales afectan a los departamentos de Alpes-Maritimes, Dordogne, Doubs, Hérault, Pyrénées-Orientales, Var y Vosges.La sequía afecta a gran parte del país ya que 32 departamentos están en «crisis» en todo o parte de su territorio y 20 en «alerta reforzada», lo que se traduce en restricciones más o menos importantes en usos como el riego de césped o el lavado de coches.
No obstante, la sequía siguió retrocediendo a finales de julio en Europa y en todo el litoral mediterráneo, excepto en el sur del continente golpeado por una ola de calor, según los últimos datos del Observatorio Europeo de la Sequía (EDO) analizados por la AFP.
La sequía alcanzó su punto máximo en Europa a mediados de junio, con un 49,2% de la tierra afectada, y desde entonces ha ido disminuyendo gracias a las lluvias. Este episodio de sequía de suelos es mucho menos intenso que el de 2022: el año pasado, el indicador se mantuvo por encima del 40% desde mediados de marzo hasta finales de septiembre, superando incluso con facilidad el 50% de suelo afectado durante largos meses.
Este episodio es, sin embargo, un nuevo testimonio del aumento de la frecuencia de las sequías en Europa, ya que desde 2018, la sequía del suelo supera el 40 % durante al menos un mes al año. Entre 2012, cuando comenzaron las mediciones de EDO, y 2017, Europa no había experimentado episodios de este tipo.