Miles de kurdos participaron este martes en el funeral de cuatro civiles asesinados el día anterior en el norte de Siria por combatientes pro-turcos mientras celebraban la festividad del Nowruz, según un corresponsal de la AFP.

Ondeando banderas kurdas, los participantes en el funeral, en la localidad de Jandairis, cercana a la frontera con Turquía, denunciaron a los grupos pro-turcos que controlan esta región.

Los combatientes pro-turcos abrieron fuego el lunes contra una familia kurda que había encendido un fuego para celebrar Nowruz, una festividad que marca el comienzo de la primavera, matando a cuatro civiles e hiriendo a otros tres. “Mis hijos (…) murieron sin razón”, dijo entre lágrimas Koli Meho, de 70 años, quien perdió a sus tres hijos y a su nieto.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los autores de los tiroteos son miembros de Ahrar al-Charkiya, un grupo que incluye a los yihadistas, incluido en 2021 en la lista de sanciones estadounidenses por abusos contra la población local. Los vecinos dijeron a la AFP que los autores de los disparos eran miembros de un grupo disidente de esta formación, Jaych al-Charkiya. «Estamos protestando contra los grupos pro-turcos que no nos dejan movernos libremente y vivir seguros», dijo Abou Jan, de 42 años, quien participó en el funeral. “Nos tratan como ciudadanos de cuarta o quinta clase, es nuestro derecho celebrar el Nowruz”, agregó.

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En un tuit, Elham Ahmad, funcionario de la administración kurda que controla las zonas más al este, pidió a “la ONU y las organizaciones de derechos humanos que investiguen” la tragedia y “castiguen a los responsables”. “Turquía y las facciones terroristas que apoya son responsables de crímenes contra la humanidad” en estas regiones, agregó.

Treinta grupos pro-turcos comparten el control de una zona fronteriza donde viven alrededor de 1,1 millones de personas y están acusadas de abusos, incluidas detenciones arbitrarias y la confiscación de tierras y propiedades. Muchos residentes kurdos huyeron de esta región después de que grupos pro-turcos la tomaran en 2018 tras una ofensiva de Ankara. El conflicto en Siria entró este mes en su 13º año con más de 500.000 muertos, varios millones de desplazados y una profunda crisis económica y humanitaria.