Un convoy diplomático de Estados Unidos a Sudán fue atacado el lunes, pero nadie resultó herido, reveló el martes el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien habló por separado con los dos generales rivales por el poder.

“Puedo confirmar que un convoy diplomático estadounidense fue atacado” el lunes en Sudán, declaró Antony Blinken. “Todo nuestro personal está sano y salvo” pero este acto es “irresponsable”, añadió a la prensa tras una reunión de cancilleres del G7 en Japón.

“Este incidente aún está bajo investigación para determinar qué sucedió exactamente. De acuerdo con la información inicial de que disponemos, este es obra de fuerzas asociadas a las FSR”, las unidades paramilitares del general Mohamed Hamdane Daglo, precisó, recordando que el convoy tenía placas bien identificadas.

El lunes por la noche, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, anunció que el embajador de la UE en Sudán había sido “atacado” en su domicilio. En su comunicado conjunto tras su reunión en Japón, los jefes diplomáticos de los países del G7 pidieron este martes el fin «inmediato» de los combates en Sudán, que condenaron «enérgicamente».

Antony Blinken también dijo que habló por separado el martes con los dos generales rivales e insistió con ellos «en la urgencia de llegar a un alto el fuego». Un cessez-le-feu «permettrait de fournir l’aide humanitaire aux personnes affectées par les combats, de réunir des familles soudanaises (dispersées par les combats, NDLR) et d’assurer la sécurité des membres de la communauté internationale à Khartoum», ha dicho él.

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Los enfrentamientos en Sudán desde el sábado entre el ejército regular del general Abdel Fattah al-Burhane y las fuerzas paramilitares de su antiguo aliado, el general Mohamed Hamdane Daglo, conocido como «Hemedti», han dejado ya cerca de 200 muertos y al menos 1.800 heridos, según a la ONU El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ya había pedido el lunes a los dos generales rivales que «cesen las hostilidades de inmediato».

El lunes, al margen de la reunión del G7, Antony Blinken y su homólogo británico James Cleverly también pidieron el «cese inmediato» de la violencia y la reanudación de las conversaciones. “Los sudaneses quieren que los soldados regresen a los cuarteles. Quieren democracia. Quieren un gobierno dirigido por civiles. Sudán debe encontrar este camino”, insistió el jefe de la diplomacia estadounidense.