Le Figaro Burdeos
Fueron atacados porque son la mayoría. Y que no votaron a favor de las dos mociones de censura presentadas tras la activación del 49-3 por parte del Gobierno para forzar la aprobación del proyecto de reforma de las pensiones. Entre el domingo y el martes, la prefectura de Gironda lamentó la degradación de las oficinas de cuatro diputados: Sophie Panonacle (Renacimiento), Sophie Mette (Modem), Frédéric Zgainski (Modem) y Pascal Lavergne (Renacimiento). Estos tres últimos presentaron una denuncia.
“Nación sublevada” y “elegidos rendiréis cuentas” se registraron así la mañana del martes sobre la permanencia en Pessacaise de Frédéric Zgainski, quien considera que son “amenazas”. En Bazas, la colaboradora de Sophie Mette también encontró inscripciones igualmente explícitas a la entrada de su local, como «49-3 c’est non! ¡Prepárate» o «49-3 no lo olvidaremos! Completamente». Víctima de etiquetas de odio por tercera vez desde principios de año, Frédéric Zgainski condena con «indignación» el método de los opositores a la reforma de las pensiones. “Soy un demócrata abierto a la discusión y al debate. No es una forma de trabajar”, reprocha, haciendo hincapié en “la violencia” a la que están expuestos los empleados.
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Juntos, Sophie Mette, cuyo asiento sufría tal degradación por primera vez, dijo estar “horrorizada” por este tipo de acciones que no imaginaba posibles en Bazas. “Los mensajes son agresivos. Es inaceptable: también tenemos nuestra libertad de votar”, prosigue el que estaba sentado en un París saqueado y desfigurado cuando se cometieron los hechos. Reconociendo que «hubiera preferido votar por esta ley (sobre reforma de pensiones, nota del editor) y que no fue posible» por el uso del 49-3 de Élisabeth Borne, la funcionaria electa se opone «a cualquier forma de violencia». .
La diputada Módem, a cuyo despacho se acercaron el pasado martes cuatro o cinco manifestantes de la CGT con un «buen ánimo» según uno de sus asistentes parlamentarios, dice estar abierta al diálogo y denuncia a los que echan leña al fuego como Louis Boyard. Así, considera muy cuestionable que la diputada LFI publicara en Twitter la lista de diputados -que es pública- que no apoyaron las dos mociones de censura rechazadas por 9 votos. Una publicación, calificada como “Blacklist (lista negra, nota del editor)” por su oponente, que va acompañada de la afirmación “Recordar sus nombres”.
Criticando una acción «lamentable» que también afecta a la enfermería ubicada en su edificio de Monségur, el diputado Pascal Lavergne declara a Le Figaro que tiene todo menos la intención de ceder a «intentos de intimidación indignos y cobardes que se expresan en el secreto de la noche. Considerando que «la democracia tiene una herramienta que se llama voto», el ganadero girondino advierte: «Estas degradaciones me incitan a acampar en mis posiciones». Antes de regañar a sus opositores políticos: «Lo siento pero los que votaron la moción de censura deben acatar su resultado… como hubieran acatado con una votación sobre la reforma de las pensiones».
Contactada varias veces, Sophie Panonacle, elegida en Arcachon, hasta ahora no ha respondido a nuestras solicitudes.