Dos empleados directivos del Servicio de Seguridad contra Incendios de Montreal (SIM), entre ellos un jefe de sección, fueron suspendidos tras el cierre de las terrazas en la calle Peel el viernes por la tarde, en pleno fin de semana del Gran Premio. También se abrió una investigación administrativa para esclarecer este asunto.
Así lo confirmaron varias fuentes bien informadas, pero que al final no estaban autorizadas a hablar públicamente al respecto. El lunes temprano, el presidente del consejo ejecutivo de la ciudad de Montreal y responsable del desarrollo económico, Luc Rabouin, sólo había mencionado una suspensión durante una rueda de prensa, tras una reunión con los comerciantes de la calle Peel.
“La dirección [del SIM] decidió realizar una investigación administrativa interna [el lunes por la mañana] sobre lo sucedido. La dirección ha decidido suspender a un empleado”, anunció, sin dar más detalles.
Se trata del primer gesto disciplinario desde el viernes por la noche, cuando los empleados de SIM obligaron a cerrar las terrazas de la calle Peel, en pleno fin de semana del Gran Premio, el período de mayor actividad del año. Argumentaron, en particular, que la distancia entre los comercios y las carpas, que permitía que las terrazas permanecieran abiertas a pesar del tiempo lluvioso, no se cumplía.
“Es un shock para los comerciantes y sus clientes. La imagen de Montreal ha quedado dañada”, afirmó Rabouin este lunes. La víspera, la alcaldesa de Montreal, Valérie Plante, dijo que «lamentaba» que esta intervención hubiera provocado «un caos en la calle Peel», asegurando que se realizaría una autopsia. De hecho, esto se hizo a última hora de la mañana del lunes.
Por el momento, ni la ciudad de Montreal ni el SIM pueden determinar las circunstancias y las medidas que llevaron al cierre de las terrazas. «No puedo sacar ninguna conclusión [más allá de] ‘sucedió algo grave'», dijo Rabouin.
Unas horas antes, el funcionario electo se reunió con los restauradores de la calle Peel y les pidió 24 horas para realizar los controles necesarios para la reinstalación de las carpas. Tras este retraso, el Ayuntamiento habrá mantenido “todas las discusiones” para determinar qué se debe organizar –“quizás de otra manera”, admite- para que la devolución de las carpas se pueda realizar “de forma segura”.
«Estamos de acuerdo en que si hubo una suspensión, fue un error», respondió Julien Hénault-Ratelle, concejal y portavoz de la oposición para el desarrollo económico. Su partido, Ensemble Montréal, también pide que un análisis de lo ocurrido el viernes por la noche “se haga públicamente” en el ayuntamiento.