La oposición oficial quiere escuchar las explicaciones del Servicio de Bomberos de Montreal (SIM) y del municipio de Ville-Marie al consejo municipal, en relación con el cierre de varias terrazas por razones de seguridad, en pleno fin de semana del Gran Premio.

En un comunicado de prensa, el Ensemble Montréal afirma que esta sesión plenaria sería «crucial para garantizar la rendición de cuentas en la ciudad de Montreal y garantizar que nuestra metrópoli nunca más sea desacreditada de esta manera», lamentando que la alcaldesa Valérie Plante no haya «proporcionado hasta ahora» No hay respuesta a las numerosas preguntas planteadas por los comerciantes sobre la caótica gestión de esta situación”.

El viernes por la noche, cuatro restaurantes de Peel Street se llevaron una desagradable sorpresa cuando el SIM obligó a cerrar sus terrazas por motivos de seguridad, en pleno fin de semana del Gran Premio. Las terrazas pudieron reabrir el sábado, pero sin las marquesinas que las protegían, dejándolas expuestas a la lluvia.

La alcaldesa de Montreal, Valérie Plante, se mostró «lamentada» por el hecho de que esta intervención haya provocado «un caos en la calle Peel», aunque insistió en la importancia de respetar las normas de seguridad. Dijo que se llevaría a cabo una “autopsia administrativa” a principios de semana para aclarar los hechos.

Sin embargo, a los ojos de la oposición, quedan varias preguntas, entre ellas «¿cómo pudieron el Café Ferreira y sus vecinos obtener un permiso del distrito de Ville-Marie si sus terrazas no cumplían las normas?», así como las razones de tal una operación SIM “durante el período de mayor actividad a las 21 horas, en lugar de en los días previos a las festividades” del Gran Premio.

«¿Estaban la alcaldesa y su gabinete al corriente de estas operaciones en Ville-Marie?», se pregunta también la oposición, que considera que se trata de un asunto que «ha empañado la imagen de la metrópoli».

En definitiva, ha llegado el momento de la transparencia, afirma la oposición, que ve en ella una oportunidad para «restaurar la confianza de los ciudadanos». «Los habitantes de Montreal merecen respuestas, pero dada la lentitud de su reacción ante este despilfarro monumental, dudamos mucho de su capacidad para arrojar toda la luz de manera rigurosa y transparente», ilustró el asesor Julien Hénault-Ratelle, crítico del desarrollo económico.

Su colega Adbelhaq Sari, portavoz para cuestiones de seguridad, añadió. “Este despilfarro va mucho más allá de una falta de comunicación y alguien debe rendir cuentas”, dijo.