(Nueva York) La movilización de Tesla y su jefe Elon Musk ha dado sus frutos: su enorme plan de compensación ha sido nuevamente aprobado por los accionistas del fabricante de automóviles, tras su cancelación por parte de los tribunales en enero.

El anuncio lo hizo Brandon Ehrhart, secretario general de Tesla, ante varios cientos de accionistas reunidos en una junta general en Austin (Texas) y que saludaron estas dos aprobaciones con vítores y aplausos.

El plan tenía un valor estimado de 56 mil millones de dólares cuando se desarrolló en 2018.

«Maldita sea, los amo chicos», dijo Elon Musk mientras subía al escenario, todo sonrisas.

El multimillonario afirmó, poco después de que se cerrara la votación a distancia a las 23:59 del miércoles en Texas (00:59 hora del Este), que las dos resoluciones habían sido validadas.

“¡En este punto, ambas resoluciones de los accionistas de Tesla se aprueban por una gran mayoría! », escribió Musk, en un mensaje publicado durante la noche del miércoles al jueves en su red social X.

Los resultados precisos aún no se han comunicado.

«Descorche el champán, para Musk», lanzaron los analistas de Wedbush en una nota el jueves por la mañana.

«Creemos que el voto masivo de los pequeños tenedores a favor de las dos resoluciones fue crucial para su aprobación a pesar de la oposición de ciertos grandes accionistas institucionales», señalaron.

Consciente de la importancia de los accionistas individuales, el grupo llevó a cabo una campaña sin cuartel hasta el último momento para animarles a votar.

“Su voto es crucial para el crecimiento futuro y el éxito de Tesla y para el valor de su inversión”, insistió el especialista en vehículos eléctricos en un vídeo explicando, con la ayuda de su robot humanoide Optimus, cómo votar.

Además de un sitio web ad hoc con cuenta atrás y promoción, así como inserciones publicitarias, también ofreció, por sorteo, quince visitas a la megafábrica de Austin con Elon Musk y Franz von Holzhausen, diseñador jefe de Tesla, como guías.

Varios grandes transportistas habían anunciado a lo largo de los días que se oponían a este paquete, como ya lo habían hecho algunos el 21 de marzo de 2018, cuando este paquete financiero fue presentado a los accionistas en una junta general extraordinaria.

El voto por el “sí” ganó entonces por un 73%, excluyendo los votos de Elon Musk y su hermano Kimbal. Sus mandatos como directores fueron renovados el jueves por tres años.

El paquete preveía distribuciones de acciones durante diez años, en función de objetivos específicos.

Pero la apelación de un accionista ante un tribunal de Delaware resultó en su anulación a finales de enero.

A mediados de abril, el consejo de administración emprendió una maniobra para reencauzarlo incluyéndolo en el menú de la junta general ordinaria del jueves.

“La junta apoya este plan de compensación. Creímos en ello en 2018 y le pedimos a Elon que persiguiera objetivos notables para hacer crecer la empresa”, argumentó la junta directiva en ese momento.

Las acciones de Tesla valían 20,70 dólares al cierre de Wall Street el día antes de la Asamblea General Anual de 2018 (teniendo en cuenta las divisiones de acciones que se han producido desde entonces) y 177,29 dólares al cierre del miércoles.

Según Garrett Nelson, analista de CFRA Research, los accionistas individuales poseen alrededor del 40% de las acciones del fabricante de automóviles.

El temor, subrayado por el analista al igual que otros expertos y accionistas favorables al plan, era que, en caso de negativa del AG, el multimillonario podría haber dado la espalda a Tesla para dedicarse más a sus otras empresas (SpaceX, X, xAI, Starlink, etc.).

Sin embargo, para muchos, Tesla no es nada sin Elon Musk. A finales de 2023 ostentaba el 20,5% del capital.

“Tesla está mejor con Elon. Tesla es Elon”, dijo la semana pasada Ron Baron, jefe de Baron Funds, que ha invertido alrededor de tres mil millones de dólares en acciones de Tesla. “Elon cumplió su contrato de compensación. Elon se ganó su sueldo”.

Preguntado por la AFP antes de la Asamblea General Anual, Vanguard, el primer inversor con una cuota del 7,23% a finales de 2023, se negó a revelar su voto y BlackRock, el segundo inversor con un 5,9%, no respondió.

Según el Wall Street Journal, en 2018 los primeros votaron en contra, mientras que los segundos aprobaron el plan.

El Fondo de Pensiones de Profesores de California (CalSTRS), uno de los tres mayores de Estados Unidos, votó en contra de este plan calificado de «ridículo» por Chris Ailman, su director de inversiones.

La misma negativa del fondo soberano noruego NBIM, el mayor del mundo y accionista de Tesla con un 0,98% a finales de 2023, que en 2018.