Dos personas han muerto en Texas, ante el mayor incendio de su historia, según un nuevo informe, un desastre que el presidente estadounidense, Joe Biden, atribuyó a los efectos del cambio climático. Además de una abuela de 83 años que murió en un incendio en su casa en la pequeña localidad de Stinnett, una mujer de 44 años murió el jueves tras resultar gravemente herida cuando el camión que conducía fue rodeado por las llamas en Smokehouse Creek. según un funcionario del Departamento de Seguridad Pública de Texas, citado el viernes por varios medios locales.
El último informe de la Oficina Forestal arroja un total de 509.800 hectáreas consumidas por el fuego en el conjunto de los incendios, once de las cuales ya han sido contenidas (están ardiendo pero no avanzan) y una docena controladas. Según el Servicio Forestal de Texas, cinco incendios permanecen “activos” en la parte norte del estado. El mayor brote, Smokehouse Creek, que ya había asolado el jueves unas 435.000 hectáreas, sólo está contenido un “5%” y ahora afecta también a parte de la vecina Oklahoma.
Los funcionarios de Turkey Track Ranch en el área dijeron que perdieron el 80 por ciento de su propiedad de 32,000 acres. “Creemos que la pérdida de ganado, cultivos y vida silvestre, así como otras infraestructuras en nuestra propiedad, y otros ranchos y hogares en el área, no tiene precedentes en nuestra historia”, dijeron en un comunicado citado por ABC News.
Los bomberos temen que la situación empeore durante el fin de semana debido a los vientos previstos, en un clima cálido y seco. Según el meteorólogo de CNN Chad Myers, el fuego avanza a una velocidad de dos campos de fútbol por segundo. El presidente Biden, en una visita de campaña a Texas por el tema de inmigración, dijo a la prensa que 500 funcionarios federales estaban trabajando para combatir los incendios, además de los bomberos locales.
Varias ciudades de Estados Unidos y Canadá experimentaron temperaturas récord en febrero, y algunas incluso experimentaron calor del verano. Según los expertos, el culpable es el fenómeno de El Niño, además del cambio climático. “Me agradan algunos de mis amigos neandertales que todavía piensan que no hay cambio climático”, bromeó Joe Biden, refiriéndose a sus adversarios republicanos escépticos sobre el clima.