Un hombre tomó como rehenes a su excompañero, a su hijo y a otros dos amigos de éste de unos veinte años, en Quinçay, cerca de Poitiers, supo este lunes Le Figaro de la gendarmería, que desestima ya el carácter terrorista de este acto. Al comienzo de la tarde, un equipo del GIGN llegó al lugar en un lugar llamado La Courtille, para tratar de establecer contacto con el loco.

“Se movilizan más de 70 gendarmes, del grupo departamental de Vienne y del GIGN. Los equipos de SDIS y SAMU también están en el lugar”, detalla la prefectura de Vienne en un comunicado de prensa.

El maníaco es un “hombre peligroso, recién salido de prisión”, se añade. Es “potencialmente violento”, especifica el general Arnaud Girault, comandante del grupo de la gendarmería departamental de Vienne, a La Nouvelle République.