El final del partido USAP-ASM correspondiente a la jornada 23 del Top 14 fue muy tenso para el árbitro Jérémy Rozier. Reconocido culpable de la derrota de los locales (28-35) por parte de determinada afición. Tuvo que ser escoltado por guardaespaldas cuando abandonó el campo, explica L’Indépendant, mientras una bronca resonaba en el estadio y algunos aficionados catalanes intentaban arrojar sus cervezas al árbitro, sin alcanzarlo.
Hay que decir que las decisiones del árbitro tuvieron un impacto significativo en el desarrollo del partido. De hecho, Rozier mostró tres tarjetas amarillas a jugadores catalanes. Estas tres sanciones, sin embargo, parecen justificadas y difíciles de impugnar.
Para Franck Azéma, técnico catalán, no hubo ningún tema sobre el arbitraje tras el partido. Muy limpio, no intentó escudarse en las decisiones. “No veo qué se puede decir sobre el arbitraje”, asegura. “Espero que nadie se escude en eso”.
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Una situación así es rara en el ámbito de los 14 principales y podría costarle muy caro al USAP. Se teme un paso ante el comité disciplinario para el club azulgrana, debido al lanzamiento de cristales en dirección al órgano arbitral.