24» de recuperación en Cauterets-Cambasque (6ª etapa), 8» en la cima del Puy-de-Dôme (9ª etapa), 8» (con bonus) de nuevo en la cima del Grand Colombier (13ª etapa), este viernes Durante las últimas tres subidas, Tadej Pogacar, el espigador, se aplicó para alcanzar y superó al maillot amarillo Jonas Vingegaard.
La explosión de energía individual y colectiva de su equipo UAE Team Emirates es sustancial. Pero después de 13 etapas, el esloveno está rueda a rueda con el danés. El que casi había sido expulsado durante la 5ª etapa está completamente de vuelta en el juego, e incluso puede confiar en la ventaja psicológica que le dan sus últimas acciones brillantes.
Está a 9 segundos de su rival. El partido entre «uno de los mejores corredores del mundo» (cuando Vingegaard observa a Pogacar) y «uno de los mejores escaladores del mundo» (cuando Pogacar se refiere a Vingegaard) promete ser apasionante. El suspenso podría durar.
Ante la amenaza, Jonas Vingegaard, que ve cómo se derrite su plomo, muestra un frío desapego, una serenidad increíble, una pequeña sonrisa de satisfacción. ¿Está fanfarroneando, está plagado de dudas o está persuadido, con el fuerte equipo Jumbo-Visma, de tener las armas para sofocar la rebelión? Tadej Pogacar, sublime e incansable delantero, ¿debe en su persecución tener cuidado de no caer en la trampa de un exceso de energía desmesurado que pueda exponerlo a un regreso de boomerang comparable al que había vivido en 2022 durante la loca etapa de el puerto del Granon?
El Tour está a la altura del tráiler emitido en Bilbao el pasado 1 de julio. La ventaja puede cambiar rápidamente de bando. Pero en lo alto del Grand Colombier, Tadej Pogacar impresionó, tocó a su rival y, aunque sigue en la posición del delfín, sacó una (muy) ligera ventaja. Perseguirá la noche del maillot amarillo…