El Defensor de los Derechos está preocupado, en un dictamen publicado el lunes, por los efectos de la propuesta de ley LR sobre la transidentidad de los menores, al considerar que puede «infringir los derechos y el interés superior» de los niños. El grupo Les Républicains (LR) del Senado presentó el 19 de marzo un proyecto de ley destinado a “controlar las prácticas médicas aplicadas en el cuidado de menores con problemas de género”. Este texto prevé, en particular, prohibir los bloqueadores de la pubertad, los tratamientos hormonales y las operaciones quirúrgicas antes de los 18 años. Su examen en sesión pública está previsto para el 28 de mayo.
«Al prohibir el acceso a cuidados que podrían ser útiles para el bienestar de los menores», este proyecto de ley «ignora sus derechos en relación con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño», considera la defensora de los derechos, Claire Hédon, en su opinión consultada por la AFP. «En efecto, como lo demuestra la literatura científica, la imposibilidad para los menores de acceder a esta atención conlleva riesgos de daños importantes para su salud», en particular la salud mental, subraya la autoridad independiente, refiriéndose a los riesgos de suicidio. Además, prohibir los bloqueadores de la pubertad sólo para menores transgénero introduce «un riesgo discriminatorio».
Los bloqueadores de la pubertad, al igual que los tratamientos hormonales, recuerda el Defensor de los Derechos, son “prescritos regularmente y durante mucho tiempo a menores no trans, llamados cisgénero” en el caso del tratamiento de la pubertad temprana o “cuando la llegada de la pubertad es fuente de Trastorno sicologico. Para la autoridad independiente, “la legislación actual es pertinente” y “el marco de intervención médica con menores transgénero debe seguir siendo el de perseguir el interés superior del niño, de una buena información por parte del equipo médico del menor, cuya voz debe ser escuchada, y de sus representantes legales y su consentimiento informado.
“Esto supone que el legislador no obstaculiza en modo alguno las posibilidades que se ofrecen a los profesionales sanitarios para continuar con los cuidados necesarios para el bienestar del menor”, insiste. La “formulación patologizante” defendida por los autores del proyecto de ley, “junto con la exigencia de una estrategia nacional de apoyo a la psiquiatría infantil y la prohibición de cualquier otra atención médica” es, por su parte, “para los menos problemáticos”, considera el Defensor. de Derechos. Esto genera “temor a un abordaje de la salud de los menores transgénero centrado exclusivamente en un enfoque psiquiátrico”.