Diarrea, vómitos, fiebres altas en pleno desierto del Sahara. El Trek Rose Trip, carrera solidaria de orientación, se convirtió del 26 al 30 de octubre en un calvario para más de una cuarta parte de los participantes. Se dice que entre 200 y 300 mujeres enfermaron durante la terrible experiencia, quizás víctimas de bacterias en el desierto marroquí. “Cooperamos plenamente con la investigación sanitaria que se está llevando a cabo in situ para determinar la naturaleza y el origen de la epidemia, así como su propagación. Todo el equipo de Rose Trip desea expresar una vez más su apoyo a los participantes afectados que no pueden completar el recorrido”, afirmó el organizador Désertours.
Se están realizando análisis para determinar el origen de esta masacre en las filas de los participantes. Esto empezó ya el primer día: unos sesenta competidores se quejaban, entre otras cosas, de problemas de digestión. Varios de ellos señalaron una falta de higiene en la organización y especialmente durante el repostaje. «Las cocinas y los baños no están muy lejos, separados por unos pocos metros. El drenaje de todos estos baños era una tubería que iba detrás de las tiendas sanitarias y que desembocaba en un pozo que habían cavado. Todo fue al aire libre”, dijo a BFM una de las excursionistas, Isabelle Brunel. Una quincena de participantes fueron trasladados a hospitales marroquíes tras sufrir deshidratación.
“Nos damos cuenta de que la fosa séptica está abierta al cielo, que está situada apenas a 10 metros cerca de las cocinas y de las tiendas de campaña donde dormimos”, declaró otro deportista a France 3 Auvergne Rhône-Alpes. “Podíamos oírlos vomitar por la noche, agacharse de dolor. Vi mujeres jóvenes sufriendo en el suelo”, subraya esta misma mujer.
El personal de la Cruz Roja que brindó asistencia médica se vio rápidamente abrumado por la situación, que se había convertido en una pesadilla. Según algunas fuentes, el personal de enfermería ya no tenía suficientes medicamentos ni transfusiones disponibles para tratar de tratar a todos. “Algunos no tuvieron tiempo de ir a los baños, que de todos modos estaban saturados. Se vieron obligados a hacer sus necesidades detrás de las tiendas. No podían limpiarse, otros permanecían sucios toda la noche, con el pelo en el vómito y los excrementos”, denuncia Karine.
Se creó un colectivo para recoger todos los testimonios y ayudar a que la investigación avance, aunque se estudien de cerca las vías que conducen a las infecciones por E-Coli o Shigella. El colectivo también tiene previsto llevar el caso a los tribunales si ha habido negligencia por parte de la organización. “Pagamos 1.700 euros sin incluir el billete de avión por nuestro viaje y al llegar nos encontramos con un campamento base muy rudimentario, alejado de las mil y una noches alabadas en la web Désertours. Los desayunos no eran aptos para un evento deportivo. El agua de los baños fluía hacia la cocina. Sólo había un cepillo para ocho baños…”, lamenta una de las participantes, Cécile Masson, en Paris Match antes de denunciar: “Los organizadores pusieron en riesgo la salud de 800 mujeres con equipos rudimentarios. »