Tres soldados estadounidenses murieron y 25 resultaron heridos en un ataque con drones en Jordania, anunció Washington el domingo, mientras el presidente Joe Biden amenazaba con tomar represalias contra los autores y señalaba como responsables a grupos pro-Irán.
Es la primera vez que soldados estadounidenses mueren en Oriente Medio desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, lo que hace temer una escalada aún mayor de las tensiones en la región. “Hoy, Estados Unidos tiene el corazón apesadumbrado. Anoche, tres miembros del servicio estadounidense murieron y varios resultaron heridos en un ataque con drones contra nuestras fuerzas con base en el noreste de Jordania”, dijo el presidente estadounidense en un comunicado.
«No lo duden: haremos rendir cuentas a todos los responsables, cuando y como queramos», añadió en tono amenazador. El Comando de Oriente Medio de Estados Unidos (Centcom) dijo que 25 soldados resultaron heridos en esta base, cerca de la frontera con Siria. Joe Biden afirmó que a estas alturas «sabemos que esto fue llevado a cabo por un grupo de combatientes radicales pro-Irán que operan en Siria e Irak».
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Estos soldados, escribió el presidente demócrata, “arriesgaron su propia seguridad por la seguridad de sus compatriotas estadounidenses y la de nuestros aliados y socios con quienes luchamos contra el terrorismo”. Estas muertes de militares estadounidenses ocurren en un contexto explosivo. Desde mediados de octubre, más de 150 ataques con drones o cohetes han tenido como objetivo a soldados estadounidenses y a los de la coalición en Irak y Siria, una repercusión directa de la guerra en Gaza entre Israel, aliado de Washington, y el palestino Hamás, apoyado por Teherán.
Y desde principios de enero, Washington ha bombardeado repetidamente posiciones hutíes en Yemen, estos rebeldes pro-Irán que atacan el tráfico internacional en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
