El partido prokurdo HDP, tercera fuerza política de Turquía, anunció este miércoles que no presentará candidato presidencial el próximo 14 de mayo, decisión interpretada como un apoyo tácito al candidato de la alianza opositora que desafiará al presidente, Recep Tayyip Erdogan. “No presentaremos un candidato en las próximas elecciones presidenciales”, dijo el copresidente del HDP (Partido Democrático Popular), Pervin Buldan, en una conferencia de prensa. “Turquía necesita reconciliación, no conflicto”, dijo la Sra. Buldan. El HDP, cuyo candidato presidencial de 2018 terminó en tercer lugar con el 8,4% de los votos, es visto como el rey de la encuesta de mayo que las encuestas predicen que será disputada.

La formación pro-kurda, aliada ella misma con micropartidos de izquierda y extrema izquierda, se mantuvo alejada de la coalición opositora, que agrupa a seis formaciones políticas, por la presencia en ella del Buen Partido (nacionalista). A menos de ocho semanas de las elecciones presidenciales, se considera que el anuncio del HDP debilitará las posibilidades de reelección del presidente Erdogan, quien ha permanecido en el poder durante veinte años aprovechando las divisiones de la oposición.

El Jefe de Estado también debe enfrentar las consecuencias del devastador terremoto del 6 de febrero que mató a más de 50.000 personas en el país. El candidato de la alianza opositora, Kemal Kiliçdaroglu, jefe del CHP (Partido Popular Republicano, Socialdemócrata), había incrementado los contactos con los ejecutivos del HDP en los últimos meses. El lunes habló con sus dos copresidentes, Mithat Sancar y Pervin Buldan, comprometiéndose tras su reunión a resolver el «problema kurdo» una vez elegido.

El Sr. Kiliçdaroglu denunció en particular la “discriminación” contra el idioma kurdo en Turquía, así como la sustitución en el sureste del país, de mayoría kurda, de decenas de alcaldes del HDP por administradores designados por el gobierno. El HDP está acusado por el gobierno turco de estar vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo armado descrito como «terrorista» por Ankara y sus aliados occidentales, y está bajo amenaza de prohibición por «terrorismo». Selahattin Demirtas, su testaferro, está encarcelado desde finales de 2016 por “propaganda terrorista”.