El arzobispo José Domingo Ulloa desafió las tensiones geopolíticas mundiales y reivindicó la soberanía de Panamá durante una emotiva misa en la Basílica Menor Jesús Nazareno de Atalaya. En un sermón apasionado, exhortó a los fieles a ser mensajeros de paz y portadores de esperanza en un mundo plagado de conflictos y desafíos.

La defensa de la soberanía panameña

Durante la homilía, Ulloa abordó con firmeza las recientes controversias que han puesto en tela de juicio la independencia y autonomía de Panamá. En un claro mensaje dirigido a los detractores, el líder religioso afirmó: “La soberanía no se mendiga, la soberanía se defiende”. Con determinación, recordó a la congregación el sacrificio de la juventud panameña en la gesta del 9 de enero de 1964, rechazando cualquier intento de minimizar su valentía.

En un llamamiento a la unidad y el orgullo nacional, Ulloa instó a los panameños a alzar la voz y reafirmar su derecho a ser un país libre, soberano y justo. Haciendo hincapié en la importancia de la defensa colectiva de la nación, destacó que la soberanía es un compromiso activo de cada ciudadano, no solo un discurso vacío.

Reformas y desafíos internos

Además de abordar las tensiones externas, el arzobispo Ulloa también se refirió a los desafíos internos que enfrenta Panamá, incluida la desigualdad social y los problemas en el sistema de seguridad social. Al respecto, hizo un llamado a la honestidad y la responsabilidad tanto por parte del gobierno como de la sociedad civil, reconociendo que muchos de los problemas actuales son consecuencia de fallas en la gestión y la falta de compromiso con el bien común.

En relación a las reformas propuestas para la Caja de Seguro Social, Ulloa enfatizó la necesidad de buscar soluciones integrales y equitativas que garanticen pensiones dignas, acceso universal a la salud y un sistema de seguridad social más humano y eficiente. Abogando por un diálogo inclusivo y constructivo entre todos los sectores de la sociedad, el líder religioso instó a los tomadores de decisiones a actuar con responsabilidad y amor por Panamá.

En un momento de profunda reflexión y acción, la comunidad católica panameña se unió en torno a las palabras inspiradoras de monseñor José Domingo Ulloa, reafirmando su compromiso con la paz, la justicia y la defensa de la soberanía nacional. Con la esperanza como guía y la determinación como motor, los fieles se marcharon de la misa con un renovado sentido de propósito y solidaridad, listos para enfrentar los desafíos que se presenten en el camino hacia un Panamá más próspero y justo.