Las autoridades nepalesas creen que un error del piloto fue la causa del accidente aéreo que mató a las 72 personas a bordo en enero pasado, el peor desastre aéreo en el país del Himalaya desde 1992, afirmó el viernes a la AFP un miembro del comité de investigación. “Técnicamente, el avión estaba en buenas condiciones, pero creemos que una mala maniobra humana provocó su accidente”, explicó Buddhi Sagar Lamichhane, tras varios meses de investigaciones. Supuestamente se utilizó una “palanca defectuosa” en la cabina, afirmó.

El informe, presentado el jueves al Ministerio de Turismo, evoca una «actuación inadvertida» de los controles que habrían cortado el empuje del avión, haciéndolo perder altitud hasta estrellarse. El texto menciona “factores humanos como la elevada carga de trabajo y el estrés que parecen haber provocado un error en la identificación y selección de las hélices”.

La tripulación no había notado las señales que avisaban de que las hélices se detenían, se explica. El avión, un bimotor ATR 72 de la compañía nepalí Yeti Airlines que transportaba a 68 pasajeros y cuatro tripulantes, se estrelló mientras se dirigía entre la capital, Katmandú, y Pokhara (centro), centro de peregrinación e importante punto de paso para los excursionistas. Entre los ocupantes del avión se encontraban seis niños y 15 ciudadanos extranjeros. Un vídeo publicado en las redes sociales mostró al avión bimotor ladeándose bruscamente hacia la izquierda mientras se acercaba al aeropuerto de Pokhara, seguido de una fuerte explosión. La aviación civil nepalí, esencial para abastecer las regiones remotas del país y transportar allí a excursionistas y montañeros, ha experimentado un verdadero crecimiento en los últimos años.

El mal mantenimiento de los equipos y la laxa aplicación de las normas de seguridad pesan sobre el sector a pesar de las recomendaciones internacionales. La Unión Europea ha prohibido el acceso a su espacio aéreo a todos los transportistas nepaleses por razones de seguridad. Nepal tiene algunas de las pistas más remotas y complejas del mundo, flanqueadas por picos nevados cuyo acceso plantea un desafío incluso para los pilotos más experimentados. En 1992, un avión de Pakistan International Airlines se estrelló al aproximarse a Katmandú, matando a sus 167 pasajeros, en el accidente aéreo más mortífero en la historia del país.