Un hombre fue procesado el viernes 16 de junio por «intentar degradar o deteriorar la propiedad por un medio peligroso para las personas cometidas por la calidad de persona depositaria de la autoridad pública de su usuario», supo Le Figaro con la fiscalía de París. Luego, el sospechoso fue puesto en prisión preventiva, decisión que su abogado, Me Pierre-Henri Baert, apelará el lunes, nos dice, sin hacer más comentarios.

El 27 de abril, Emmanuel Macron viaja al Doubs para celebrar el 175 aniversario de la abolición de la esclavitud. Pero una vez llegado a La Cluse-et-Mijoux, el jefe de Estado fue recibido por muchos opositores a la reforma de las pensiones que mostraron su rencor al son de las cacerolas. Por lo tanto, se envía un helicóptero Super Puma para facilitar el movimiento de Emmanuel Macron.

“Después de despegar de Pontarlier, y cuando se acercaba a La Cluse-et-Mijoux para recoger al presidente, el piloto notó que era el objetivo de un cohete de fuegos artificiales. El proyectil, sin embargo, no llegó al dispositivo”, explica una fuente cercana al expediente en Le Figaro. Si no causó lesiones, el incidente dio lugar, al día siguiente, a la apertura de una investigación preliminar por parte de la fiscalía militar de París por los cargos de «poner en peligro la vida de otros e intentar destruir o dañar bienes que puedan dañar la intereses fundamentales de la Nación”.

Estos dos meses de investigación desembocaron por tanto en la detención de este sospechoso de 20 años, y cuyo «lugar no es en absoluto la prisión preventiva», sostiene su abogado. Se arriesga hasta a cinco años de prisión y una multa de 75.000 euros.