Se avecina en Francia un primer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en Siria: tres altos cargos del régimen de Bashar al-Assad serán juzgados, probablemente en rebeldía, por la muerte de dos ciudadanos franco-sirios, Mazzen Dabbagh y su hijo Patrick, detenidos en 2013.
En una acusación firmada el miércoles 29 de marzo, de la que tuvo conocimiento AFP, dos jueces de instrucción del tribunal judicial de París remitieron a Ali Mamlouk, Jamil Hassan y Abdel Salam Mahmoud a los tribunales por complicidad en crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
«Esta decisión allana el camino, por primera vez en Francia, para el juicio de altos funcionarios del aparato represivo sirio», saludó en un comunicado de prensa la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), el Centro Sirio para los medios de comunicación ( SCM) y la Liga por los Derechos Humanos (LDH), partes civiles en el caso. Ali Mamlouk es el ex jefe de inteligencia sirio que se convirtió en director de la Oficina de Seguridad Nacional en 2012, el organismo de inteligencia más alto de Siria.
Jamil Hassan était pour sa part directeur des services de renseignements de l’armée de l’Air syrienne lors de la disparition des deux Franco-Syriens, tandis qu’Abdel Salam Mahmoud était directeur de la branche investigation du service de renseignement de l’armée del aire. Los acusados, objeto de órdenes de detención internacionales, deben ser juzgados en rebeldía.
La fiscalía había abierto una investigación preliminar en 2015, luego se había abierto una investigación judicial por desapariciones forzadas y actos de tortura constitutivos de crímenes de lesa humanidad en octubre de 2016, tras una denuncia realizada por el hermano y el tío del desaparecido, Obeïda Dabbagh. Contactado por AFP, este último acogió con satisfacción este progreso. “Es la culminación de una lucha de diez años”, declaró, creyendo que le enviaba al régimen la “señal (…) de que un día u otro terminaría la impunidad”.
Para Clémence Bectarte, abogada de FIDH, SCM y la familia Dabbagh, “es fundamental que este juicio, que forma parte de una larga lucha contra la impunidad, califique los crímenes del régimen y juzgue, incluso en rebeldía, a sus más altos funcionarios. Los dos franco-sirios, un estudiante de la Facultad de Letras y Ciencias Humanísticas de Damasco nacido en 1993 para el primero y asesor superior de educación en la Escuela Francesa de Damasco nacido en 1956 para el segundo, fueron detenidos en noviembre de 2013 por agentes que afirmaban pertenecer a los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea Siria.
Según el cuñado de Mazzen Dabbagh, detenido al mismo tiempo que él pero liberado dos días después, los dos hombres fueron trasladados a la prisión de al-Mezzeh, denunciada como centro de tortura del régimen. Luego no dieron señales de vida hasta que fueron declarados muertos por el régimen en agosto de 2018. Según los certificados de defunción, Patrick murió el 21 de enero de 2014 y Mazzen el 25 de noviembre de 2017.
Golpes con barras de hierro en las plantas de los pies, descargas eléctricas, arranque de clavos… Durante las investigaciones, numerosos testigos -incluidos varios desertores del ejército sirio y ex detenidos de al-Mezzeh- detallaron a los investigadores franceses y al ONG Comisión Internacional por la Justicia y la Rendición de Cuentas (CIJA) la tortura infligida en esta prisión. Según la orden, «parece suficientemente establecido» que Patrick y Mazzen Dabbagh «han sido sometidos, como miles de detenidos dentro de la inteligencia de la Fuerza Aérea, a torturas de tal intensidad que han muerto».
Además, la casa de Mazzen Dabbagh fue confiscada y su esposa e hija fueron desalojadas de ella en julio de 2016. La propiedad de la residencia “fue transferida a la República Árabe Siria” que la arrendó “al director de servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea por la suma de unos treinta euros al año», según los magistrados, que consideran que estos hechos constituyen complicidad en un crimen de guerra.
El régimen sirio es objeto de varias acciones legales iniciadas en Europa, en particular en Alemania. «Después de tres juicios que resultaron en tres condenas en Alemania, era hora de que Francia demostrara su voluntad de contribuir a la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos en Siria contra la población civil», dijo Mazen Darwish, director de la SCM, citado en el comunicado de prensa.