El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. advirtió el jueves 14 de septiembre que el riesgo de violencia por parte de grupos extremistas seguía siendo alto en el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. “En 2024, esperamos que la amenaza de violencia provenga de una proporción de extremistas violentos radicalizados en Estados Unidos sigue siendo alto”, escribe el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en su evaluación anual de riesgos.

Según el DHS, la amenaza que representan los grupos extremistas nacionales, sin conexiones internacionales reales, y aquellos inspirados por organizaciones terroristas extranjeras, ha cambiado poco. Todos estos extremistas “seguirán inspirados y motivados por una mezcla de teorías de conspiración, agravios personales e ideologías obstinadas raciales, étnicas, religiosas y antigubernamentales, a menudo compartidas en Internet”, señala el informe.

Sin embargo, cientos de personas, algunos miembros de grupos extremistas, han sido procesadas y/o condenadas a prisión por su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Según la agencia estadounidense, los extremistas por motivos raciales y los grupos étnicos que defienden una guerra racial, representan una gran amenaza para la seguridad de Estados Unidos.

En los últimos dos años, varios de estos grupos han llevado a cabo ataques contra infraestructuras de energía y comunicaciones, incluidas centrales eléctricas, con el objetivo de sembrar el miedo y desestabilizar la sociedad. Numerosas personas también han llevado a cabo asesinatos por motivos raciales; el ejemplo más reciente se produjo a finales de agosto, cuando un hombre blanco de 21 años mató a tres personas negras en Jacksonville, Florida, antes de quitarse la vida.

El DHS también advierte, en el contexto de las próximas elecciones, del riesgo que presentan los extremistas motivados por teorías de conspiración y agravios antigubernamentales. Estos últimos “podrían intentar perturbar los procesos electorales”, afirma el informe, que menciona posibles actos de violencia y amenazas contra funcionarios gubernamentales, votantes o agentes electorales.

Par ailleurs, selon le DHS, «la Russie, la Chine et l’Iran voient probablement les élections de 2024 comme une opportunité de réaliser des campagnes manifestes ou secrètes d’influence visant à façonner des résultats politiques leur étant favorables et à miner la stabilité de los Estados Unidos».