Es una personalidad que, por su nombre, debe haberse hecho un nombre. Frédéric Mitterrand, sobrino del ex presidente de la República Socialista, falleció este jueves a la edad de 76 años tras una larga enfermedad. Si el ex presentador de televisión causó problemas en la izquierda al convertirse en Ministro de Cultura de Nicolas Sarkozy entre 2009 y 2012, su memoria es unánimemente elogiada por muchos líderes políticos.
El Presidente de la República habló en particular de un hombre que “vivió mil existencias, todas tejidas con un hilo común: la cultura para todos”. “Es legendario ¡Buenas noches! Los extrañaremos”, escribió el Jefe de Estado en
En un comunicado publicado en sus redes sociales, Nicolas Sarkozy indica que «se enteró con Carla (Bruni)» de la muerte de su ex ministro «con inmensa tristeza». Rinde homenaje a un “hombre profundamente cultivado y delicado, un ser aparte, sensible y entrañable, una personalidad inclasificable tan alejada de la vida partidista”. Para Nicolas Sarkozy, Frédéric Mitterrand “ejerció sus funciones con garbo y talento”.
La actual inquilina de la calle de Valois Rachida Dati considera que su predecesora “llevaba su melancolía como elegancia”. “Muchos de nosotros recordaremos (su) sonrisa luminosa y la veta inimitable de su voz”, explica.
A la derecha, el jefe de LR, Éric Ciotti, lo describe como “un gran ministro de cultura, cuya pasión ha marcado a nuestro país”. Y reconocer su “contribución al arte y la política trasciende las divisiones”. El presidente del Senado, Gérard Larcher, también rindió homenaje a un “ex ministro con muchas funciones culturales”. En cuanto a la presidenta de la región Isla de Francia, Valérie Pécresse, colega de gobierno de Frédéric Mitterrand, habló de “(su) elegancia, (su) humor y (su) voz inimitable”.
En el marco de la macronieve, la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, afirmó que “el mundo de la cultura perdió esta tarde a uno de sus grandes servidores”. “Deja un gran vacío después de una vida hecha de pasión política y amor al cine”, añadió el titular del premio. Por la izquierda, el ministro de Cultura más emblemático, Jack Lang, elogió “una amistad de más de 60 años que los une con un afecto inalterable”. “Sirvió a las artes con pasión, erudición y amor durante toda su vida. Nuestra lealtad común a François Mitterrand nos unía profundamente”, afirma. Jack Lang «apreciaba su viva inteligencia, su humor cáustico, su infinita ternura, su rara amabilidad».