(Bruselas) El proceso de adhesión de Georgia a la UE se ha detenido “de facto”, tras la adopción por parte de Tiflis de leyes de inspiración rusa consideradas contrarias a los valores europeos, indicaron los líderes de los Veintisiete reunidos en una cumbre en Bruselas el jueves.

Los jefes de Estado y de Gobierno europeos “piden a las autoridades georgianas que aclaren sus intenciones revirtiendo el curso actual de sus acciones, lo que pone en peligro el camino [del país] hacia la UE, provocando una interrupción de facto en el proceso de adhesión” a la UE. UE, según las conclusiones de la cumbre.

Georgia, que obtuvo el estatus de país candidato a la adhesión a la UE en diciembre, aprobó una serie de leyes consideradas contrarias a los valores europeos.

En particular, las autoridades georgianas promulgaron el 3 de junio un texto sobre la “influencia extranjera”, inspirado en una ley rusa represiva, que provocó manifestaciones masivas en Tiflis durante semanas y fuertes críticas por parte de los países occidentales.

Inspirado en una represiva ley rusa, exige que las ONG y los medios de comunicación que reciben al menos el 20% de su financiación del extranjero se registren en un plazo de 60 días como “organización al servicio de los intereses de una potencia extranjera” y se sometan a un mayor control administrativo.

El jueves, el Parlamento de Georgia aprobó en primera lectura un proyecto de ley que prohíbe la “propaganda LGBT”, muy similar a la legislación utilizada en Rusia para reprimir a las minorías sexuales.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ya había advertido el lunes a Georgia de que la puerta a la UE podría cerrarse si no cambiaba su política.