(Bruselas) Los líderes de la UE reunidos en una cumbre acordaron el jueves conceder un segundo mandato a Ursula von der Leyen como jefa de la Comisión y confiar la diplomacia europea a una voz fuerte en Ucrania, la estonia Kaja Kallas.

La reelección del líder conservador alemán deberá ser confirmada por una mayoría absoluta de los eurodiputados: el resultado de la votación, prevista para mediados de julio, es incierto: la coalición habitual de conservadores, socialistas y liberales en el Parlamento Europeo se ha debilitado durante las elecciones de junio por el fuerte empuje de la extrema derecha.

Para encarnar la cara de la diplomacia de la UE en el contexto de la guerra en Ucrania, los jefes de Estado y de gobierno eligieron al primer ministro estonio Kaja Kallas, un decidido oponente del Kremlin. Este liberal de 47 años sucederá al español Josep Borrell.

Finalmente, designaron al ex primer ministro portugués Antonio Costa como nuevo presidente del Consejo Europeo, organismo que reúne a los estados miembros. Un año después de su dimisión por un asunto de corrupción que finalmente parece poco fundamentado, este socialista, conocido como hábil táctico y pragmático, sucederá al belga Charles Michel el 1 de diciembre.

El primer ministro nacionalista húngaro, Viktor Orban, denunció un acuerdo “vergonzoso” al llegar a la cumbre: “Los votantes europeos han sido engañados. [La derecha] ha formado una coalición de mentiras con la izquierda y los liberales”, se enfureció.  

La jefa del Gobierno ultraconservador italiano, Giorgia Meloni, excluida de las negociaciones entre los tres grupos políticos, había denunciado la víspera en Roma las acciones de una “oligarquía”.

El jueves por la noche se abstuvo ante Ursula von der Leyen y votó en contra de Kaja Kallas y Antonio Costa, según una fuente diplomática.

Algunos dirigentes se habían mostrado dispuestos a perdonarla: si el apoyo de Giorgia Meloni no era necesario -no se necesitaba la unanimidad-, políticamente su voz cuenta.  

«No hay Europa sin Italia, y no hay decisión sin la primera ministra Giorgia Meloni, eso es obvio», aseguró el jefe del Gobierno polaco, Donald Tusk, del PPE (derecha).

Roma reclama «como mínimo» una vicepresidencia de la Comisión Europea, con una «cartera importante» para influir en la política industrial y agrícola, según su ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.

Esta reunión de los Veintisiete se celebra también tres días antes de las elecciones legislativas anticipadas en Francia, en las que la Agrupación Nacional (extrema derecha) lleva una gran ventaja.  

Cuando se le preguntó si estas elecciones “ensombrecen” a la UE, Viktor Orban respondió, por el contrario, que traían un “rayo de sol”, considerando que “pueden suceder grandes cosas [en Francia] el domingo”.

Por su parte, el presidente Macron anunció el jueves durante una reunión de sus aliados liberales su intención de volver a nombrar a Thierry Breton miembro francés de la Comisión Europea, según fuentes europeas: desde 2019 es comisario de Mercado Interior, una amplia cartera que incluye digitales e industriales.

Los líderes de los Veintisiete también aprobaron el jueves la «agenda estratégica», que fija las prioridades del bloque para los próximos cinco años, destacando en particular la seguridad, la defensa, la competitividad y la lucha contra la inmigración irregular.

Entre otras posiciones clave de la UE, la conservadora maltesa Roberta Metsola parece favorita para ser reelegida para un segundo mandato de dos años y medio al frente del Parlamento Europeo, tras una votación de los eurodiputados durante la primera sesión plenaria tras las elecciones de mediados de junio. -Volutoria de julio en Estrasburgo.