Alain Leboeuf, presidente del consejo departamental de Vendée y jefe de la Vendée Globe, tardó unas buenas dos horas en presentar los diez compromisos encargados de “dar una dimensión adicional a la gira mundial de los héroes” y “crear conciencia” sobre la protección. del medio ambiente, y especialmente de los océanos. Diez medidas agrupadas en cuatro áreas de trabajo: “anticipar, reducir, inspirar, construir un legado positivo”.
Y lo más espectacular consiste en la creación de una fundación Vendée Globe encargada de garantizar la financiación de las investigaciones científicas sobre los océanos, bajo la coordinación de la UNESCO. Principales océanos a los que se dirige: los de los mares profundos del sur (Índico y Pacífico), por los que apenas pasan barcos, salvo los patrones que dan la vuelta al mundo. Algunos navegantes, como Fabrice Amedeo y Boris Herrmann, ya llevan pequeñas estaciones meteorológicas e instrumentos capaces de analizar la calidad del agua, la biodiversidad y la presencia de microplásticos. Si se recomienda encarecidamente a quienes aún no lo tienen que se embarquen durante la décima edición (salida el 10 de noviembre desde Sables d’Olonne), estos dispositivos encargados de «mejorar la comprensión del clima y juzgar el estado de los océanos” será obligatorio en 2028.
Una undécima edición que marcará también la prohibición de los combustibles fósiles y, por tanto, del gasóleo utilizado para el funcionamiento de los actuales motores térmicos que se utilizan para recargar baterías o en caso de problemas de seguridad. “Aunque la cantidad a bordo sea pequeña (200 litros) por barco, será un símbolo fuerte”, estima Alain Leboeuf, que también anunció más medidas terrestres para reducir el impacto de carbono del evento y el movimiento de cientos de miles de espectadores ( 60% del total). Billete TER a 5 euros, oferta ampliada de TGV, desaparición de las botellas de plástico en el pueblo, clasificación y reciclaje… «Nada se deja al azar», precisa el presidente, que también anunció un componente más educativo encargado de sensibilizar a la ciudadanía en general. público público siguiendo la Vendée Globe sobre la preservación de los océanos. “Cuando vamos a estos mares, debe haber un beneficio para la gente que nos sigue”, confirma Paul Meilhat, patrón del barco Biotherm, muy activo en el ámbito medioambiental.
Con este cierto cambio de rumbo, marcado también por la creación de zonas prohibidas a la navegación para intentar limitar las colisiones con grandes mamíferos marinos, los organizadores de la Vendée Globe quieren, sabiamente, aprovechar la popularidad de su evento y de los navegantes para concienciar a los Marineros de tierra que siguen sus hazañas en el mar. Nada podría ser más lógico, aunque implique nuevas limitaciones para los marineros, primeros testigos del calentamiento global y del deterioro de la salud de los océanos. “La primera motivación en la Vendée Globe es el deporte, somos competidores, pero también es una gran oportunidad, y una gran motivación además, para ayudar a preservar los océanos. Esto da sentido a nuestros proyectos”, afirmó Boris Herrmann, quinto en la última edición.
Ante la larga lista de compromisos medioambientales, Alain Leboeuf presentó, este martes en el gran anfiteatro de la UNESCO, a los 44 regatistas y navegantes (seis) que optan a una de las 40 plazas previstas en la línea de salida. Con 18 debutantes y 11 nacionalidades representadas (entre ellas China, Japón y Nueva Zelanda), la Vendée Globe confirma su gran vitalidad y su increíble atractivo. Una caja de resonancia perfecta para ayudar a salvar el planeta y sus océanos.