Le Fígaro Lyon

Relevados de su misión de bígaro con la llegada del temido coche de radar de estacionamiento Lapi, los oficiales de vigilancia de la vía pública (ASVP) de Villeurbanne son reasignados a una brigada llamada «entorno de vida», con misiones de vigilancia del vecindario. Una brigada de 19 agentes equipada con 10 bicicletas asistidas eléctricamente recorre las calles durante la jornada de lunes a sábado desde principios de abril para localizar a los «irritantes» del día a día.

En el menú, la lucha contra los molestos aparcamientos, especialmente en las dobles filas alrededor de los colegios y especial atención a los patinetes, bicicletas o patinetes que hacen slalom en las aceras. Los agentes deben hacer posible frenar una ristra de descortesías, como el vertido de basura salvaje o la presencia de excrementos de perros en las plazas.

Si el énfasis está en la prevención, la educación y el diálogo, no obstante, se establecerán multas en caso de reincidencia o para “las situaciones más problemáticas” como el estacionamiento en vía, acera o lugar para minusválidos y la entrega.

Una nueva brigada a raíz de la instalación de una comisaría municipal móvil en 2021, para “facilitar la intervención y misiones locales de las dotaciones policiales”. “Los problemas de tranquilidad socavan el pacto social y la credibilidad de la acción pública, explica el alcalde PS de la ciudad, Cédric Van Styvendael. Antes de concluir: «Creemos firmemente en la presencia de mujeres y hombres sobre el terreno -policías, mediadores, educadores, agentes- para cambiar comportamientos y mejorar el entorno de vida en la ciudad».