Estados Unidos, junto con Canadá y el Reino Unido, impusieron el jueves (10 de agosto) sanciones económicas por corrupción al exgobernador del Banque du Liban, Riad Salamé, quien dejó su cargo el 31 de julio después de 30 años al frente de La institución.

El Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo que sus «acciones corruptas e ilegales contribuyeron al colapso del estado de derecho en el Líbano», según un comunicado. Riad Salamé está siendo demandado en Europa y Líbano por malversación de fondos.

Riad Salamé “abusó de su posición de poder, probablemente en violación de la ley libanesa, para enriquecerse a sí mismo y a sus asociados canalizando cientos de millones de dólares a través de empresas fachada en capas para invertir en bienes raíces europeos”, dice Washington nuevamente. Cuatro familiares de Riad Salamé también son objeto de estas sanciones, que congelan sus activos en Estados Unidos y les prohíben hacer negocios con empresas y personas estadounidenses.

Gobernador del banco central desde 1993 hasta finales del mes pasado, Riad Salamé fue el artífice de una política financiera que permitió al Líbano recuperarse tras 15 años de guerra (1975-1990). Pero con el país sumido en una grave crisis económica desde finales de 2019, muchos le culpan a él, junto a los líderes políticos con los que está muy vinculado, de la ruina del Líbano.

Riad Salamé también está en la mira de la justicia libanesa y europea, y se están realizando investigaciones sobre su fortuna en Europa. El ex banquero de inversiones franco-libanés es objeto de dos órdenes de arresto emitidas por Francia y Alemania. La justicia francesa también ha llevado a cabo 12 embargos de sus activos inmobiliarios y bancarios, por un valor total de decenas de millones de euros. En 2022, Francia, Alemania y Luxemburgo también congelaron 120 millones de euros en activos sospechosos de pertenecerle.