A pocos meses de un Mundial que soñaba disputar en Francia (8 de septiembre al 28 de octubre de 2023), Mohamed Haouas vuelve a llenar las columnas de actualidad jurídica. El pilar de Montpellier, que ya había tenido que hacer frente a los tribunales por robos y actos de violencia hace nueve años, fue puesto bajo custodia policial, revela L’Equipe este sábado por la mañana. La información fue confirmada por AFP que contactó al abogado de Montpellier.
El jugador de 29 años (16 internacionalidades desde 2016), casado y padre de dos hijos y que recientemente participó en el Torneo de las Seis Naciones 2023 con el XV de Francia, es sospechoso de violencia doméstica. Según el diario, los hechos tuvieron lugar en el centro de Montpellier la tarde del viernes. Detenido por la CRS, fue conducido a la comisaría donde aún se encontraba el sábado por la mañana.
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Muy malas noticias para el oriundo de Le Havre que está teniendo un final de temporada complicado con el MHR. Haouas, que había recibido una tarjeta roja, la segunda de su carrera con los Blues, ante Escocia el pasado mes de febrero, había sido expulsado recientemente del conjunto del Hérault (junto a Paul Willemse). Las tensiones en el seno de la plantilla tras la derrota ante el Farolillo Rojo de Brive (26-27) a principios de mayo, habían estado en el origen de esta paralización temporal. Iba a estar presente con el conjunto del Montpellier este domingo ante Pau en casa.
Esta custodia policial obviamente lo privará de este último encuentro de la temporada y bien podría hacer que se pierda la Copa del Mundo este otoño en Francia comprometiendo también su futuro en el club. Haouas, que fichó por el Clermont la próxima temporada, tuvo una juventud complicada. En 2014 fue detenido por hurto en una reunión con allanamiento de morada en un estanco y ocho años después fue condenado a 18 meses de prisión suspendida (y 15.000 euros de multa).
El 12 de mayo compareció ante el Tribunal Correccional de Montpellier por actos de violencia (“violencia agravada” y “destrucción de equipos en una reunión” durante una reyerta en una panadería en 2014). «Me alegro de que haya terminado y ahora seguimos adelante. Me enfocaré en mi deporte, trabajaré más y lo daré todo”, dijo el internacional al salir de la cancha. Se habían requerido dos años de prisión con libertad condicional suspendida. La sentencia solicitada se reservó para el 30 de junio.