Mientras sus hijos son destrozados públicamente en una guerra legal, Alain Delon sigue inspirando al mundo de la cultura. La obra Señor Klein, ¿por qué no usted?, extraída de la película coproducida e interpretada por el actor en 1976, pretende devolverle al escenario en forma de holograma. Todavía es necesario contar con la aprobación del principal interesado cuyo estado de salud está en el centro de todas las preocupaciones.

Alain Delon tiene 88 años y se retira a su propiedad de Douchy. Si se demuestra que está físicamente disminuido por la enfermedad, su grado de clarividencia plantea dudas. Según un peritaje médico realizado en el marco del caso entre los hijos de Alain Delon y su ex dama de honor, Hiromi Rollin, sería “totalmente abolido”. Una versión desmentida por el abogado del actor que considera que su cliente es “siempre muy coherente”.

Para no correr riesgos y evitar “una confusión total, o incluso conflictos de intereses”, Emmanuel Ludot, asesor del guionista André Bendjebbar y del director Iulian Furtuna, envió una solicitud al fiscal de Montargis, según informa Le Parisien. Deberá nombrar un administrador que se encargará de obtener la opinión, o incluso el acuerdo, de Alain Delon. El fiscal de Montargis conoce los “expedientes Delon”: fue él quien presentó las denuncias cruzadas de los tres niños y de Hiromi Rollin. Es el mismo fiscal que se puso en contacto con un médico autorizado para evaluar el estado de salud de Alain Delon en el marco de una posible medida de protección jurídica.

Monsieur Klein tiene lugar durante la ocupación alemana. Mientras la redada de Vel d’Hiv se extiende de fondo, Alain Delon interpreta a Robert Klein, un marchante de arte sin escrúpulos que compra obras de judíos por una miseria. Ambiciosa, la película dirigida por Joseph Losey abordó una realidad todavía tabú en los años 1970, la de la Francia colaboracionista y los especuladores que se enriquecieron durante la guerra. Delon, que abrazó el proyecto hasta coproducirlo, se sumergió en este tema “que asustaba a todos” y desempeña un papel totalmente opuesto a los que había interpretado hasta entonces. Bien hecho: en 1977, la película recibió el César a la mejor película y sigue siendo, hasta el día de hoy, una película emblemática.