“Es repugnante que el teatro y el cine sirvan de tapadera a abusos que no tienen nada que ver con el arte”: un centenar de hombres del mundo de la cultura, entre ellos el director Jacques Audiard, apoyan el movimiento MeToo. La columna, publicada el martes en el sitio web de la revista Elle, fue iniciada por el matemático Michel Broué, compañero de Anouk Grinberg.

“Desde hace varios años la revolución se ha ido extendiendo

Lo firman en particular los actores Reda Kateb, Swann Arlaud, Mathieu Amalric, los directores Jacques Audiard (cuya película Emilia Perez competirá en Cannes) y Emmanuel Mouret, los directores Alain Françon, Thomas Jolly (también director artístico de la ceremonias de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París), el historiador Benjamin Stora, el periodista Edwy Plenel…

“Al contrario de lo que a veces leemos, no pensamos que ‘estamos atacando a los hombres’. La práctica de la igualdad es deseable, no quita ni la libertad ni el placer, sino que los aumenta; embellece las relaciones”, expresan. Antes de agregar: “Nos negamos a reconocernos en esta masculinidad hegemónica. Por ejemplo, tener que reservar la dulzura y el cuidado al género femenino es absurdo: un hombre llora, un hombre ama, un hombre puede enojarse”.

Para los firmantes, “resulta repugnante que el teatro y el cine sirvan de tapadera a abusos que nada tienen que ver con el arte”. Asimismo, «resulta repugnante utilizar el propio prestigio, cualquiera que sea, para abusar de la admiración que suscita». Según ellos, lo que está en juego es “evitar ataques graves a más de la mitad de la humanidad”.

La industria del cine se ve sacudida desde hace varios meses por acusaciones de violencia sexual que supuestamente se produjo durante años. La actriz Judith Godrèche se convirtió en punta de lanza de este movimiento, tras presentar a principios de febrero una denuncia contra los directores Benoît Jacquot y Jacques Doillon, por violencia sexual y física que se remonta a su adolescencia, que este último niega.