La policía los desembarcó del TGV a pesar de tener un billete válido. Esta es la desventura vivida por Louis (13 años), Jeanne (11 años) y Oléa (8 años) este sábado 27 de abril. Después de salir de Lille para llegar a Rennes, los jóvenes viajeros se sorprendieron al ver a la policía llegar a la estación de Roissy-Charles-de-Gaulle para excluirlos del tren. Después de una hora de viaje, se encontraron en la comisaría del aeropuerto de París, donde “fueron bien recibidos”, informó uno de los padres a La Voix du Nord.
Para este viaje, los padres utilizaron el servicio de manutención infantil de la SNCF, Junior
Problema: como recuerda SNCF Voyageurs, los padres llegaron al andén sólo tres minutos antes de la salida del tren, un retraso debido, según ellos, a los atascos en la carretera. El tiempo justo para subir a sus hijos al TGV, sin tener que hacer el check-in obligatorio. Sin embargo, al no estar registrados, los jóvenes pasajeros no estaban legalmente bajo la responsabilidad del personal de a bordo. Y la normativa de la SNCF sólo permite que los niños viajen sin un representante adulto a partir de los 12 años. Sólo Louis, de 13 años, pudo hacer el viaje solo.
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«Para no correr ningún riesgo para los niños, fueron entregados a las fuerzas (…) que se hicieron cargo de los niños y se pusieron en contacto con los padres según lo previsto por el procedimiento normal», subraya SNCF Voyageurs a Le Parisien. Las familias, que recogieron urgentemente a sus hijos en el aeropuerto Charles-de-Gaulle, presentaron una demanda contra la empresa. A pesar de este percance, los niños regresarán este domingo de Rennes a Lille utilizando también el servicio Junior.
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