Catherine Dumas es senadora de LR por París y presidenta del grupo Changer Paris.
Aurélien Véron es concejal del distrito Centro de París y portavoz del grupo Changer Paris.
Después de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, debería surgir una zona de tráfico limitado (ZTL) en los cuatro primeros distritos del centro de París. Deseada por Anne Hidalgo, esta nueva frontera en el corazón de la ciudad prohibirá el cruce de automóviles, con consecuencias directas para los movimientos de los residentes locales, parisinos y residentes de Isla de Francia, con un impacto ecológico nulo.
La mayoría de los argumentos ecológicos desarrollados por el municipio para justificar la creación de esta ZTL quedan refutados por el estudio de impacto. En primer lugar, el fin del tráfico en el centro de París significa un aplazamiento del tráfico en las vías vecinas: hasta un 36% en el Puente de la Concordia, un 40% en el Quai Saint-Bernard o un 20% en el Boulevard Saint-Martin. Como era de esperar, esto conducirá a un simple cambio en las emisiones contaminantes. El estudio de impacto realizado revela que la creación de la ZTL es neutra desde el punto de vista de la huella de carbono, mientras que las concentraciones de dióxido de nitrógeno «se mantienen en los mismos órdenes de magnitud, se lleve a cabo el proyecto o no». Asimismo, la contaminación acústica no disminuirá fuera de la ZTL y seguramente se multiplicará por diez dentro de ella: el ruido ocasional de los motores corre el riesgo de ser sustituido por el ruido permanente de las terrazas. De esta manera, bajo el pretexto de argumentos de las autoridades invalidados por el estudio de impacto, Anne Hidalgo en realidad está liderando una política de exclusión territorial y social. Los excluidos de la ZTL serán los primeros en sufrir estos retrasos en el tráfico (30% del tiempo de viaje para sortear la zona), la contaminación y la contaminación acústica, y quedarán reducidos a su condición de habitante periférico dentro de su propia ciudad. En cuanto a los residentes locales, no sólo estarán sujetos al nuevo plan de tráfico más complejo dentro de la zona, sino que también tendrán que acreditar con un comprobante de domicilio que efectivamente son residentes.
La ambición de Anne Hidalgo es crear una zona congelada y desvitalizada, dedicada al exceso de turismo y a la fiesta, en detrimento de las familias, las personas mayores o con discapacidad y las clases medias. El precedente de Roma debería alertarnos. Después de la creación de la ZTL en 1989, el número de empresas cayó un 16,6% entre 1991 y 2001, y las actividades artesanales desaparecieron en favor de las actividades turísticas. En el centro de París, los habitantes temen que la presión del automóvil sea sustituida por la presión turística que transformaría los cuatro primeros distritos en una zona de paso y de aglomeración alentada por la multiplicación de las terrazas.
Por ello, desde el grupo Changer Paris exigimos el abandono de este proyecto ZTL, mal pensado, mal diseñado y contraproducente. La reducción del tráfico de vehículos y la pacificación de los espacios públicos deben formar parte de un plan global de tráfico, concertado en toda la región, que tenga en cuenta las consecuencias para todos los residentes. No se trata de enfrentar a los usuarios entre sí, como parece gustarle a Anne Hidalgo, sino de dar a cada uno la libertad de su modo de viajar. La reducción de las emisiones vinculadas al tráfico de automóviles exige también un nuevo apoyo a los vehículos híbridos y eléctricos, con la instalación de estaciones de carga, y no mediante la introducción de un impuesto por peso, como se dispone a hacer el gobierno. Plus qu’une zone à trafic limité, la ville de Paris a besoin d’un véritable plan de désengorgement, puisque Paris est la deuxième ville au monde où les émissions de CO2 résultant des embouteillages sont les plus élevées : même les bus n’avancent Más ! Una mejor separación de usos según carriles, así como la simplificación del acceso a los aparcamientos en las afueras de la ciudad podrían aliviar la congestión en la capital, al igual que el uso de inteligencia artificial para la logística de última milla.
El proyecto de zona de tráfico limitado en el centro de París resulta ser un proyecto de exclusión territorial y social con beneficios ecológicos inexistentes y perspectivas sombrías para los residentes, obligados a huir o permanecer entre los turistas. En el grupo Changer Paris rechazamos tal transformación y nos esforzamos por garantizar una ciudad cotidiana donde los residentes sean bienvenidos en todas partes, donde se preserve la actividad comercial local y donde el patrimonio y los monumentos beneficien también a los residentes locales. Seguiremos defendiendo el centro de París en beneficio de todos los parisinos.