A pesar de algunos avances, la 77ª edición del Festival de Cannes “claramente no es feminista” para la actriz francesa Ariane Labed, implicada en el movimiento

“Claramente no es una edición feminista, será una edición feminista cuando estemos 50/50 en la programación porque el feminismo es una cuestión de igualdad (…) así que no estamos ahí pero al menos le dejamos espacio a Judith Godrèche. para presentar su cortometraje”, declara la mujer que lanzó, junto a otros, la Asociación de Actores (Ada).

«Todavía lamentamos muchísimo que haya tan pocas mujeres en competición», añadió, estimando que la presencia de sólo cuatro mujeres entre 22 candidatas a la Palma de Oro era «notable y triste».

Durante la sesión fotográfica de su película, presentada en la sección Una Cierta Mirada, la directora y sus actrices hicieron una pausa, con las manos delante de la boca, como el gesto en las escaleras, al inicio del festival, de Judith Godrèche rodeada por decenas de mujeres que aparecen en su cortometraje Me Too, denunciando la violencia sexual.

“Estamos llegando al final del festival y pensé que ese gesto se iba a repetir durante todo el festival, ingenuamente”, subraya. Antes de denunciar la campaña de desprestigio en las redes sociales que afectó a Judith Godrèche y a su hija: “Es sorprendente lo que sucede después de esta acción que no deja de ser sólo un gesto de sobriedad”.

La actriz y directora que firmó una carta abierta en 2023 contra el tratamiento de la violencia sexual contra las mujeres en el Festival de Cannes, reconoció sin embargo que las cosas estaban mejorando: «Es seguro que no lo hemos hecho cuando ni siquiera personas como Johnny Depp (en la apertura) película en 2023, nota del editor), este año no honraremos a personas como Polanski, podemos estar felices por eso. Entonces sí, creo que está progresando”.

“Este año podemos sentir que hay un poco de atención, que algunos llamarán miedo pero que a mí me resulta absolutamente tranquilizador. Ahora sentimos que algunas personas lo pensarán dos veces antes de hablar, afirmó. Y ese no era el caso hace un año”.

«El papel de un festival como este es destacar a las directoras» y darse cuenta «más clara y concretamente de que también es su papel esforzarse para que finalmente lleguemos a la paridad», insistió.

“Pero no digo que todo haya terminado”, matizó, abordando de pasada “las palabras de Vincent Lindon”: “que los hombres se atrevan a pedirnos una hoja de ruta y cómo comportarnos, eso me parece verdaderamente insultante. “El feminismo no es complicado, intelectualmente no es difícil de entender, ellas son bastante capaces”, se indigna. Aunque como actriz siempre se ha sentido «cineasta, cineasta en inglés», reconoce que el hecho de haber desempeñado el papel de guionista y de directora equivale a tener «plenos poderes de narración», lo cual es «Un placer».

Con su película Septiembre dice, la adaptación de la novela Hermanas de Daisy Johnson sobre la relación a veces tóxica entre dos hermanas, dice que tuvo el “deseo y la necesidad de hacer retratos de mujeres jóvenes y mujeres nunca antes vistas y, en particular, poder hablar de sexo entre chicas jóvenes sin sexualizarlas. “Me sentí fortalecida por toda esta experiencia”, confiesa una de las dos actrices principales, la británica Mia Tharia.