El estadounidense Sean Baker temía que Anora, su película sobre una trabajadora sexual, suscitara polémica, pero la entusiasta acogida en Cannes le confirmó que la “profesión más antigua del mundo” sigue fascinando.
“Es agradable y un poco sorprendente, porque parece que hasta ahora la película no ha causado tanta división como pensaba”, dijo Sean Baker a la AFP. Y, sin embargo, “en este momento estamos lidiando con temas extremadamente divisivos”. Anora sigue a una stripper de Nueva York y al joven hijo de un oligarca ruso, que se casan por capricho en Las Vegas, provocando la furia de los familiares de este último.
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Sean Baker, que anteriormente ha narrado la vida de las prostitutas, cree que “todos estamos fascinados” por el trabajo sexual. Porque está sucediendo “justo delante de nuestras narices, lo notemos o no”. “Puedes explorarlo infinitamente”, dijo el director, cuya misión es mostrar personajes imperfectos, que enfrentan los mismos problemas que todos los demás. “No puedo simplemente hacer una historia de prostitutas de gran corazón”, dice.
Añora es ahora una candidata muy seria a la Palma de Oro, según el ranking de la revista Screen. Para el director, el “sueño” sería que la actriz Mikey Madison, que interpreta el papel principal, sea recompensada. La actriz de 25 años, vista en Érase una vez en Hollywood y Scream, se entrenó en pole dance durante tres meses y perfeccionó su acento neoyorquino.
Pero cualquier premio de Cannes podría ayudar a Anora a disfrutar de un estreno más amplio en los cines estadounidenses que la mayoría de las películas independientes. “Al público estadounidense le han dicho: “ven al cine sólo para las grandes producciones, todo lo demás está en Netflix”… ¡Es una locura!”, dice indignado Sean Baker.
Afortunadamente, Añora ya cuenta con una prestigiosa distribuidora americana, el estudio independiente Neon, que distribuyó las últimas cuatro Palmas de Oro en Estados Unidos, incluida Anatomy of a Fall. Si bien aborda temas similares a las películas anteriores de Sean Baker, como Tangerine y The Florida Project, Anora es su película más cómica hasta el momento: cuando un trío de mafiosos llega a la casa de los recién casados, el público espera una explosión de violencia y termina con un trío de brazos rotos.
“Siempre trato de explorar hasta dónde puedo llegar con la comedia”, explica el director. Siempre hay un equilibrio entre la comedia y el patetismo. La vida es un equilibrio entre estos dos elementos. Así que hay que hacer reír a la gente hasta que llore”.