Constituye uno de los testimonios más importantes de la inmigración americana. El Museo Nacional de Inmigración de Ellis Island en Nueva York pronto recibirá un lavado de cara mientras el edificio de ladrillo que lo alberga se prepara para celebrar su 125 aniversario. El coste de su renovación debería ser tan alto como el símbolo: se prevén 100 millones de dólares para renovar el lugar. El objetivo es ofrecer nuevas exposiciones, pero sobre todo hacer el edificio más accesible a los visitantes. “Este es un esfuerzo histórico”, dijo a CNN Jesse Brackenbury, presidente y director ejecutivo de la Fundación Estatua de la Libertad-Isla Ellis.
Como recordatorio, la isla Ellis fue el punto de entrada de muchos inmigrantes, especialmente europeos, que llegaron a Estados Unidos en busca de una vida mejor. La pequeña isla, situada no lejos de la Estatua de la Libertad, vio pasar a más de doce millones de personas entre 1892 y 1954. Está intrínsecamente ligada a la construcción de la historia americana. Según el Servicio de Parques Nacionales, aproximadamente el 40% de los estadounidenses tienen antepasados que pasaron por la isla Ellis. El edificio que alberga el museo abrió sus puertas en 1900, antes de cerrar en 1954. En aquel momento, cayó en ruinas, antes de su restauración en los años 80 y su apertura al público diez años después.
El trabajo debería estar terminado en 2026, según la Fundación Estatua de la Libertad-Isla Ellis. Estos deben realizarse por etapas. En junio debería estar terminado uno de los primeros proyectos. Esto implicará la ampliación del muro de honor para los inmigrantes estadounidenses. Inaugurado en 1990, este muro incluye actualmente casi un millón de inscripciones grabadas en más de 770 paneles. También están previstas otras renovaciones, como la del Centro de Historia Familiar, que alberga amplios archivos sobre la experiencia de los inmigrantes que pasan por Ellis Island. En particular, ofrece a los visitantes la oportunidad de consultar documentos relacionados con sus antepasados. Esta renovación también incluirá una ampliación de la base de datos.
La modernización del museo y el recorrido turístico se financiarán en parte con donaciones. Los mecenas generosos recibirán el título de administrador del museo. «Esperamos que todos en todo el país sientan que este monumento nacional es un esfuerzo en el que todos realmente pueden participar», dijo Jesse Brackenbury. El trabajo estructural, que incluirá reparaciones estructurales y trabajos de fachada en el edificio principal de la isla, será financiado por el Fondo de Restauración del Legado. Pero no os preocupéis por los más curiosos: el museo permanecerá abierto durante las renovaciones, para que esta parte de la historia americana siga siendo accesible para todos.