Air France KLM ha pasado definitivamente la página de la pandemia. Por segundo ejercicio consecutivo, la compañía aérea franco-holandesa obtuvo beneficios. Según los resultados comunicados este jueves por la mañana, el grupo generó el año pasado un beneficio neto de 934 millones de euros. Una buena progresión respecto a 2022, cuando registró un beneficio neto de 728 millones. Además, todos los indicadores para el ejercicio 2023 van bien: su facturación récord (30 mil millones de euros) aumenta un 14% respecto al año anterior. Su margen operativo alcanzó el 5,7% frente al 4,5% de 2022. Y su factor de ocupación (87,3%) aumentó 3,3 puntos. Es cierto que el ejercicio 2022 se vio perturbado a principios de año por la variante Omicron. El director general del grupo, Ben Smith, no se equivocó: «En 2023, cumplimos nuestros compromisos ofreciendo un sólido rendimiento operativo y financiero», afirmó en el comunicado de prensa que anunciaba los resultados los asesores financieros de Air France KLM.

En detalle, Air France, que durante mucho tiempo fue la oveja negra del grupo, ahora está obteniendo mejores resultados que KLM. Gracias a sus resultados en el largo radio, la compañía francesa obtuvo un margen del 5,9%, es decir, 2,9 puntos más. Y sus ventas, de 18.500 millones de euros, aumentaron un 13,7%. KLM registró un margen inferior (5,4%), 1,2 puntos menos que en 2022 debido a limitaciones de capacidad. Sin embargo, sus ventas aumentaron un 12,8%, hasta 12.100 millones. Como señal de que la actividad es dinámica, Air France KLM planea ofrecer este año una capacidad de asientos/km un 5% mayor que en 2019. Por primera vez desde la pandemia.

Pero Air France KLM no podrá dormirse en los laureles por mucho tiempo. Porque su director general le marcó en diciembre una hoja de ruta muy exigente. El objetivo para el periodo 2026-2028 es generar una rentabilidad superior al 8%. Con un aumento de 2.000 millones de euros en su beneficio operativo en los próximos cinco años. Esto requerirá una mayor productividad. A pesar del aumento del tráfico, Air France-KLM prevé emplear menos empleados en 2028 que en 2019 (en ese momento eran 86.000), por lo que se espera que la productividad aumente un 17% en 2026 y un 20% en 2028. Continuar simplificando su flota para reducir sus costos de mantenimiento. Para 2030, sólo operará cinco o seis familias de aviones, frente a las doce antes de la pandemia.

Un esfuerzo particular será necesario por parte de la sociedad low cost del grupo, Transavia, que deberá aportar 400 millones de los dos mil millones de beneficios operativos adicionales. Más grande que Transavia Países Bajos (44 aviones), es Transavia Francia (71 aviones) la que tendrá que realizar la mayor parte del esfuerzo. Ben Smith tiene vía libre para desarrollar esta empresa francesa desde que en 2019 obtuvo de los pilotos de Air France que Transavia France puede operar más de cuarenta aviones. Por tanto, seguirá ampliando su flota, con 81 aviones a finales de año y más de 90 en 2026. Esto le permitirá seguir ampliando su red y añadiendo frecuencias en las rutas que opera.

Los trabajos ya están en marcha: en primavera, Transavia France abrirá trece líneas (Orly-Milán, Marsella-Palermo, Lyon-Ereván, etc.). El verano pasado, la compañía ya operaba 178 rutas, frente a las 95 líneas antes de la pandemia en 2019. Para mejorar sus resultados financieros, Transavia Francia y Transavia Holanda tampoco descartan abrir bases en el extranjero. Transavia Holland abrió el camino con el lanzamiento en el aeropuerto de Bruselas, donde operó una docena de vuelos el verano pasado. El tema también puede ser considerado para Transavia Francia, aunque socialmente sea más delicado: en 2014, el proyecto Transavia Europa provocó una gran huelga en Air France.

El otro gran objetivo de Air France KLM es participar en la consolidación del sector aéreo en Europa. Una necesidad porque te permite tener una red más grande y amortizar tus inversiones de forma más amplia. Air France KLM ya ha comenzado a trabajar adquiriendo el 19% de la compañía escandinava SAS. Pero el grupo no piensa quedarse ahí porque sus competidores también han realizado sus compras. Lufthansa está en proceso de hacerse con ITA (antes Alitalia), IAG (British Airways, Ibera…) y Air Europa. El próximo objetivo será la empresa portuguesa TAP, que debería ser privatizada pronto. Air France KLM, que ha manifestado interés, al igual que Lufthansa, haría bien en convertirse en su propietaria porque esto le permitiría reforzar su red con Brasil, un país con un mercado aéreo en auge.