París o las caballerizas de Augías. Levantada la huelga, los recolectores de basura se enfrentan al reto hercúleo de recoger una montaña de basura, cuyo tope supera las 10.000 toneladas. Para hacer esto, estos Sisyphiians modernos van a toda marcha. Ayer salieron los 203 contenedores de la Ciudad de París. Pero los centros de incineración de residuos de Issy-les-Moulineaux e Ivry todavía están bloqueados esporádicamente, «por lo tanto, la recolección continúa interrumpida hoy», indica el ayuntamiento. Según su último recuento diario, unas 3.200 toneladas de basura aún ensucian las calles de la capital.
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A pesar de una mejora notable, el desafío sigue siendo abrumador. El ayuntamiento de París está desplegando recursos sustanciales. Pero movilizar toda su flota de volquetes no es suficiente. “Todavía no hemos vuelto a la normalidad ya que hay bloqueos esporádicos en incineradores y en ciertos garajes. Así que los contenedores no se pueden vaciar antes de volver al garaje y hay que vaciarlos por la mañana, lo que hace que se pierdan una o dos horas cada vez en las rondas de recogida”, justifica Emmanuel Grégoire, primer diputado del ayuntamiento de París, en una entrevista con nuestros colegas de Le Parisien. En el distrito 17, incluso se enviaron retroexcavadoras para recoger montones de basura excesivamente grandes lo más rápido posible. «Hacemos mucho trabajo de grúa para retirar los grandes volúmenes de contenedores», admite.
Para ver a París deshacerse de sus botes de basura, tendremos que esperar un poco más. Para Emmanuel Grégoire, «si todo va bien, podemos esperar una mejora significativa a principios de la próxima semana». La estimación es deliberadamente incompleta. La vuelta a la normalidad todavía parece lejana. “Un camión volquete solo puede contener 6 toneladas de residuos”, explicó Figaro Thomas Derichebourg, presidente de Derichebourg Environnement. Este último, cuya empresa se ocupa de la recogida de residuos en varios distritos de la capital, no se mostró en contra de echar una mano a los equipos municipales. Precisó que esa posibilidad está contenida en los pliegos que vinculan a la empresa privada con el Ayuntamiento de París.
La recogida de residuos se ha convertido en un tema eminentemente político. Rachida Dati, principal opositora de Anne Hidalgo, se pronunció por la devolución del impuesto a la recolección de basura. Pero Emmanuel Grégoire, primer teniente de alcalde de París, descartó esta idea con una mano. “No”, los parisinos no recibirán cheque en compensación por el servicio no prestado.
Por otro lado, se enviará una nota al Elíseo. “Tenemos la intención de enviar esta factura al Estado para que sea reembolsada”, explicó Emmanuel Grégoire. Y el agregado promete ser salado con “las horas extras de los agentes de la tarde, para preparar los barrios aguas arriba para el paso de las manifestaciones y luego cobrar, reparar…” El pago recaería por tanto en el Ejecutivo, a quien Anne Hidalgo había lanzó la patata caliente de la requisición de los recolectores de basura. “No rechazamos la requisición. Nos negamos a ejercerlo ya pedirlo. Le dijimos al Estado que asuma y que lo implemente él mismo”, justificó el primer diputado. Cada uno para sí mismo y Dios para todos.