Los representantes del consorcio que se hará cargo del Casino prometieron “planes de salida voluntaria” a los empleados de los establecimientos que estarían cubiertos por un plan de protección del empleo (PSE), informó el miércoles la intersindical del grupo. En dificultades financieras, el grupo de distribución Casino debe pasar a marzo/abril bajo el control de los multimillonarios Daniel Kretinsky y Marc Ladreit de Lacharrière, respaldados por el fondo de inversión Attestor.
La dirección, el consorcio y la intersindical se reunieron el miércoles en Saint-Étienne (Loira) para negociar un acuerdo de método destinado a crear “un componente de apoyo social a los empleados” en el marco de la venta de supermercados e hipermercados. Tras esta promesa, la intersindical pidió que estos planes de salida voluntaria se organicen en “todo el ámbito económico del grupo Casino” para evitar los despidos sufridos, considerando “intolerable” que se limiten a los establecimientos sujetos a un SPE.
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Los empleados despedidos podrán beneficiarse de una indemnización “supralegal”, informó la intersindical. Esta compensación será “superior al convenio colectivo y a los convenios colectivos de empresa”, detallaron los representantes del consorcio y de Distribution Casino France (DCF), entidad en la que se concentra la actividad comercial de Casino en Francia.
“La intersindical exige que esta compensación adicional sea objeto de un compromiso preciso, cuantificado y concreto por parte del consorcio que sea aceptable para los empleados”, exigió en un comunicado. El acuerdo de método “se concretará el 21 de febrero”, indicó la intersindical.
El lunes, la audiencia que debía examinar el plan de salvaguardia de las marcas Casino fue aplazada hasta el 12 de febrero por el Tribunal de Comercio de París, a petición del Comité Social y Económico (CSE), que lamenta la ausencia de un “verdadero aspecto social”. El aplazamiento de la audiencia no perturba el procedimiento porque el tribunal tiene hasta el 25 de febrero, fecha de finalización del período de salvaguardia acelerada, para validar el plan de rescate del grupo que todavía tenía 50.000 empleados en Francia a finales de 2022.
Françoise Maréchal Thieullent, una de las abogadas del CSE central del DCF, dijo que esperaba que “los compromisos se transmitan o se reiteren ante los tribunales el lunes” en términos de apoyo a los empleados en riesgo de perder su empleo. Sin un acuerdo, la intersindical seguirá siendo “desfavorable a la decisión del plan (salvaguardia acelerada, nota del editor) por falta de un verdadero componente social”, advirtió.