EL FÍGARO. – ¿Cómo hemos alterado el ciclo del agua?

CHARLÈNE DESCOLLONGES – Aprendimos que el ciclo del agua era cerrado, natural e independiente de las actividades humanas. Esto es falso, el ser humano siempre ha buscado transmitirlo, canalizarlo. Estas alteraciones se relacionan con tres componentes que forman nuestra huella hídrica: aguas grises – para diluir los contaminantes liberados; el agua azul -proveniente de ríos, acuíferos, etc.-, que se ha visto perturbada por el exceso de extracciones y el impacto de los desarrollos hidráulicos sobre la hidrología natural de los cursos de agua, y el agua verde -contenida en los suelos y la evapotranspiración de las plantas para crecer, apropiada por la deforestación-. agricultura intensiva, etc. El agua verde y el agua azul constituyen dos de los siete límites planetarios ya superados. Cuando cae la lluvia, se evapora, se infiltra o se escurre de la superficie. Con estas perturbaciones (agricultura intensiva, urbanización, artificialización de los suelos, destrucción de los humedales), hemos acelerado el ciclo del agua: los suelos que se han vuelto como el cemento ya no son capaces de absorber y por tanto retener el agua, que fluye muy rápidamente hacia los ríos y las mar.

¿Está el cambio climático empeorando estas perturbaciones?

Interrumpimos el ciclo del agua mucho antes de alterar el clima, pero el cambio climático acentuará estos efectos. Cuantos más gases de efecto invernadero emitimos, más agua evaporamos. Estos flujos de vapor pasan a la atmósfera y luego precipitan: esta aceleración genera largos periodos sin precipitaciones y periodos de lluvias más intensas y frecuentes. Si bien todos nuestros usos se han adaptado al recurso disponible, esta disponibilidad cambiará con el tiempo y el espacio. Sin embargo, una lluvia de 50 mm por hora no tendrá tiempo de infiltrarse, especialmente en suelos muertos e impermeables, como una lluvia de 5 a 6 mm por hora.

Leer también La artificialización del suelo desciende ligeramente, según un informe

¿Qué es la hidrología regenerativa?

Buenas noticias, hay soluciones. La primera: detener la impermeabilización de los suelos para que el agua vuelva a infiltrarse. Este es el propósito de la ley de artificialización neta cero, que deben aplicar los funcionarios electos locales. Ciertamente cuestiona el modelo suburbano, querido por los franceses, pero necesitamos políticas ambiciosas para densificar las ciudades. En suelos ya artificializados, podemos eliminar el agua creando “ciudades esponja”. La dificultad es el acceso a la tierra. Hoy en día este tipo de proyectos se llevan a cabo principalmente en el dominio público. También debemos lograr movilizar a los actores privados, a los promotores o a los grupos de propietarios.

La hidrología regenerativa es la otra parte de la solución, en tierras agrícolas y forestales. El objetivo de esta disciplina emergente es ralentizar el ciclo del agua a escala de cuenca. Esto requiere una planificación territorial que ralentice la escorrentía utilizando soluciones basadas en la naturaleza, como cunetas, pequeñas zanjas con vegetación perpendiculares a la pendiente para romperla y evitar que el agua fluya hacia abajo. Más allá del relieve, se apoya en la vegetación: plantar setos que retengan el agua, desarrollar la agrosilvicultura… Esto se combina con la agricultura regenerativa, que restaura suelos degradados más capaces de infiltrar y almacenar agua en el suelo, devolviéndoles vida (. cubriendo el suelo, aumentando el nivel de materia orgánica, recreando sistemas micorrícicos, etc.). Con estos enfoques, podemos mejorar la resiliencia a las sequías, la erosión del suelo y las inundaciones.

¿Cuál es el vínculo entre los bosques y el ciclo del agua?

Los bosques regularán la temperatura, captarán mejor el agua y la infiltrarán en las aguas subterráneas; también tienen el poder de condensar y reciclar la lluvia. Ésta es la teoría de la bomba biótica, que los hidrólogos están empezando a integrar: a escala global, dos tercios de la lluvia continental provienen de la evapotranspiración de las plantas, el resto de los océanos. Cuanto más diversificados tengamos los bosques, más capturarán estos flujos de vapor de agua y los retendrán para que el agua pueda reciclarse en los continentes.

¿Ya tenemos algún comentario?

Originalmente, la hidrología regenerativa era una simple lectura del paisaje, desarrollada por un agricultor australiano. Luego, estos principios inspiraron a los inventores de la permacultura y fueron adoptados en Canadá, India y Kenia. En Eslovaquia, ha proporcionado una mayor resiliencia a la sequía. Queremos lanzar proyectos piloto en Francia alrededor del Ródano.

* Autor del libro “Agua. Falso o no”, Tana, 2023.

Sociedad, salud, medio ambiente, educación, energía.