El crecimiento de la actividad fabril en China se debilitó en marzo, debido en parte a una demanda internacional más débil que está frenando la recuperación posterior a la COVID-19 en el país, según un índice independiente publicado el lunes. El índice de actividad de los gerentes de compras (PMI), calculado por IHS Markit para Caixin, se situó en 50 puntos el mes pasado, en comparación con los 51,6 puntos de febrero (que fue un récord en ocho meses). Una cifra por encima de 50 indica una expansión de la actividad, y por debajo indica una contracción.

El aumento de la producción y los nuevos pedidos fue moderado, pero la situación en las cadenas de suministro ha mejorado y el optimismo empresarial sigue siendo alto, según el estudio. China fue golpeada en diciembre-enero por una fuerte ola de Covid-19 después del cese repentino de las pruebas PCR, confinamientos y restricciones de viaje que alguna vez fueron casi obligatorias. Desde entonces, la actividad económica se ha reanudado gradualmente.

Sin embargo, «la economía experimentó una desaceleración marginal en la recuperación en marzo, ya que la expansión de la oferta y la demanda manufacturera se debilitó significativamente con respecto al mes anterior», dijo el economista Wang Zhe de Caixin. Señala en particular a la «demanda internacional» que tiene «declive». En el ámbito laboral, tras una mejora en febrero, la plantilla descendió ligeramente en marzo, ya que los empresarios decidieron no suplir determinadas bajas voluntarias para reducir sus costes.

“Los cimientos para la recuperación económica aún no son sólidos. El crecimiento económico dependerá de estimular la demanda interna, en particular de una mejora en el consumo de los hogares”, señala Wang Zhe. «Solo trabajando para estabilizar el empleo, aumentar los ingresos de los hogares y mejorar las expectativas del mercado, el gobierno puede lograr su objetivo de restaurar y expandir el consumo».

Anunciado el viernes, el índice PMI oficial del gobierno chino se situó en 51,9 puntos en marzo, frente a los 52,6 de febrero, lo que confirma la tendencia general de recuperación económica. Se considera que la encuesta Caixin-Markit, que encuesta principalmente a las pymes, ofrece una imagen más precisa de la economía, mientras que la cifra oficial se centra en las grandes empresas públicas.