La fecha ya es oficial. Publicado este martes en el Diario Oficial, un decreto confirmó que muy pronto los empleados deberán pagar para poder utilizar su cuenta personal de entrenamiento (CPF). A partir del jueves 2 de mayo se deberá pagar el resto, para poder beneficiarse de la formación, se precisa. En detalle, la “contribución obligatoria a la financiación de la formación subvencionable” al CPF se fija en cien euros. Una suma que se revisará cada año, en función de la inflación. “Este decreto entra en vigor el 2 de mayo de 2024”, se indica también.

Sin embargo, no a todos les preocupa esta participación: los solicitantes de empleo están exentos, al igual que los trabajadores cuya “formación es objeto de una contribución de su empleador, incluso cuando esta contribución es pagada por el empleador en aplicación de un acuerdo de empresa o de grupo, un acuerdo de rama o un acuerdo celebrado por las organizaciones sindicales de empleados y empleadores que gestionan un operador de habilidades. Asimismo, también quedan exentos de este pago los empleados que realicen “acciones de reconversión”.

Criticada por los representantes de los trabajadores, la introducción de una contribución global debería permitir al Estado ahorrar “200 millones de euros”, según el Ministro de Cuentas Públicas, Thomas Cazenave. Una forma de limitar el enorme gasto del CPF, cuyo coste ascendió, en 2021, a unos 2.600 millones de euros, según el Tribunal de Cuentas. La institución sugirió así, el pasado mes de junio, establecer una “tasa restante [que] debería fijarse en un nivel bastante bajo, por ejemplo el 5% o el 10% del coste de la formación, y modularse en función del nivel de cualificación de la formación deseada. por el beneficiario.

La otra vía formulada recientemente, destinada a limitar las condiciones de financiación del permiso de motocicleta a través del CPF, aún no se ha oficializado en el Diario Oficial. Inaugurada el 1 de enero, esta posibilidad es víctima de su éxito y pronto podría verse restringida.