«Natacha Polony es una persona que Daniel Kretinsky y yo apreciamos mucho y por la que tenemos amistad», afirmó Denis Olivennes, presidente del grupo de prensa CMI Francia, en el rodaje de «Esprit d» el martes por la mañana. el programa económico del canal Le Figaro TV. La mano derecha en Francia del multimillonario checo Daniel Kretinsky, propietario de Casino, CMI France (Marianne, Franc Tireur, Elle…) y del grupo editorial Editis, reaccionó ante una posible venta próxima del semanario Marianne, mencionó el lunes por el medio La Lettre.
“Natacha Polony, la excelente jefa de Marianne, a quien Daniel Kretinsky nombró hace unos años, logró reconducir a Marianne siendo muy rigurosa e inteligente en su posicionamiento en el panorama de la prensa”, explica Denis Olivennes a Le Figaro. “Lo hizo radicalizando, en el sentido etimológico del término, su posicionamiento… Hay que decir que cuanto más se acerca Natacha Polony a sus lectores, más se aleja intelectualmente de Daniel Kretinsky”. Evoca el ADN proeuropeo, liberal y proempresarial del accionista.
“La doctrina de Daniel Kretinsky en materia de prensa es la no intervención. Se niega a intervenir en la línea de los periódicos de su propiedad”, insiste Denis Olivennes. “Por eso vamos a discutir con Natacha Polony cómo garantizar su futuro, su independencia, la longevidad y la sostenibilidad de Marianne”. Una forma de sugerir que el accionista no está de acuerdo con la línea editorial del título. “Es una cuestión que resolveremos con ella”, añade la dirigente.
Como reveló Le Figaro hace unos meses, el semanario, dirigido por Natacha Polony desde 2018, decidió recientemente reinventarse reduciendo a la mitad su paginación (de 88 páginas a 52 páginas) y reduciendo su precio de venta en un euro por número. “Pasamos de 20.000 ventas en los quioscos a 28.000 con la nueva fórmula”, revela Denis Olivennes. El presidente de CMI menciona una facturación de unos 12 millones de euros para Marianne, con unas pérdidas de 3 millones. Marianne, que también tiene 55.000 suscriptores de periódicos, espera atraer a trabajadores de entre 30 y 40 años.
El martes por la tarde se celebró una asamblea general en las oficinas del semanario del V distrito de París. Natacha Polony y Frédéric Cassegrain, director editorial, intentaron tranquilizar a la redacción del semanario, que cuenta con 55 tarjetas de prensa. “En cuanto a la venta, nos dijeron que CMI no la ha negado ni confirmado, lo que sugiere que la venta está abierta”, dice uno de los periodistas presentes durante la Asamblea General Anual. Natacha Polony también se habría “sorprendido por el momento”, citando que CMI financió la reciente renovación del semanario, así como su costosa campaña de comunicación.
“A partir de ahora, el sentimiento generalizado es de aprensión ante la situación”, explica el periodista. “La redacción está muy apegada a la identidad y a la singularidad de Marianne y espera sobre todo que se preserven… Ya sea con el actual accionista u otro, pero sobre todo con medios económicos”, explica por su parte otro editor. En general, el equipo editorial rechaza la idea de que la línea editorial de Marianne se haya endurecido con el paso de los meses, especialmente ante las tensiones geopolíticas globales. “No nos reconocemos en absoluto en la descripción de un periódico soberanista radicalizado”, concluye el periodista.