Un establecimiento bajo perfusión. Ésta es la imagen que muestra el primer informe del Tribunal de Cuentas sobre La Fémis, una de las escuelas de cine más prestigiosas del país, publicado este viernes. Los Sabios de la calle Cambon han analizado las cuentas de 2016 a 2022 y el modelo educativo de la famosa Escuela Nacional de Profesiones de la Imagen y del Sonido, de la que se han graduado, entre otros, François Ouzon, Céline Sciamma y Bruno Dumont. “La Fémis está hoy llamada a asumir un triple desafío: completar su reforma educativa, recuperar la sostenibilidad económica y fijar un horizonte estratégico ambicioso en relación con las necesidades de formación del sector”, señalan los expertos. La culpa es de una “dependencia financiera del Centro Nacional de Cine e Imágenes Animadas (CNC) y de la ausencia de una supervisión eficiente”.

Como establecimiento público industrial y comercial (EPIC) bajo la supervisión del Ministerio de Cultura a través del CNC, La Fémis está, sin embargo, por naturaleza «destinada a garantizar la actividad económica», según el Consejo de Estado, y, por tanto, debe equilibrar sus cuentas. . De hecho, con resultados «casi constantemente deficitarios», «la escuela se basa en un modelo más cercano al de un establecimiento administrativo», señala el Tribunal de Cuentas. De hecho, el presupuesto de funcionamiento de La Fémis, de 12 millones de euros, se financia en más del 75% con la ayuda financiera del CNC. Sus propios recursos son bastante escasos: los estudiantes de este centro asociado a la Universidad de Ciencias y Letras de París deben pagar tasas de matrícula que apenas superan los 400 euros al año, mientras que cada escuela cuesta cerca de 50.000 euros al año, según los magistrados.

Resultado: la escuela “no genera suficiente capacidad de autofinanciación para financiar la renovación de sus inversiones (una media de 500.000 euros anuales)”. O bien un grave riesgo de deterioro, y motivo de preocupación para los Sabios de la calle Cambon, para quienes “la falta de visibilidad presupuestaria y financiera es un problema importante y crítico para esta escuela […] encerrada en una lógica de gestión anual miope .

Privada de una estrategia plurianual, aunque «la vocación de una organización de formación profesional exige, para responder a ella, adoptar una visión a largo plazo de las necesidades de un sector profesional y de varias generaciones de estudiantes», La Fémis se encuentra navegando a la vista. De ahí la señal de alerta lanzada por el Tribunal de Cuentas: “Si el Ministerio de Cultura no fuera capaz de arbitrar, dentro de la dotación global de sus recursos, un aumento específico del límite máximo de puestos de trabajo a favor de La Fémis, la importancia de los riesgos a las que tales deficiencias exponen, la escuela deberá llevarla a una redistribución interna de sus recursos humanos o a recurrir, sujeto a financiación adicional del CNC, a asistencia externa para mejorar su gestión administrativa y financiera”, especifica el informe.

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La gerencia dice que «comparte las recomendaciones del Tribunal». El único inconveniente: “Su ambición de transformarse se ve, sin embargo, limitada por fuertes limitaciones: como establecimiento público, La Fémis no puede, como sus homólogos privados, contar con la dinámica de las tasas de matrícula para mejorar su autofinanciación y sus esfuerzos de recursos propios. .. estancarse en un 20%”, defiende la escuela en un comunicado de prensa. Antes de apelar una vez más a la generosidad del Estado: “para afrontar los ambiciosos desafíos planteados por el Tribunal, le gustaría, por tanto, reforzar sus recursos”. El mismo Tribunal cuyo informe señala que La Fémis “se queda sin fuerza año tras año para justificar sus necesidades recurrentes de obtener subvenciones adicionales”.