El líder mundial del salmón de piscifactoría, Mowi, demandará al Estado noruego tras la adopción de un impuesto que se aplica a los grandes productores del sector, anunció el miércoles. A propuesta del gobierno, el Parlamento noruego adoptó el 31 de mayo un “impuesto a la renta de los recursos” destinado a hacer que los grupos acuícolas paguen por la ocupación de espacios públicos –los fiordos– por sus granjas en alta mar.
Este impuesto, retroactivo al 1 de enero y correspondiente al 25% de los beneficios, se suma al de las empresas (a un tipo del 22% en Noruega) y no se aplica a los productores más pequeños. «Por supuesto, estamos muy decepcionados por la decisión del Parlamento, que ya ha resultado costosa para la creación de valor en el sector, ya que se han congelado 40.000 millones de coronas (3.500 millones de euros) en inversiones», afirmó el director general de Mowi, Ivan Vindheim.
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“Sin embargo, no hemos renunciado a revertir el curso de las cosas. Pretendemos hacer valer nuestros intereses por medios legales”, afirmó en un comunicado con motivo de la presentación de los resultados trimestrales. Ivan Vindheim precisó al periódico Verdens Gang (VG) que su grupo iba a atacar al Estado ante el tribunal de Oslo, alegando que este nuevo impuesto es discriminatorio para los grandes productores y contrario a las normas europeas.
Impulsado por el alto precio del salmón, el sector acuícola noruego ha mostrado durante mucho tiempo una fuerte rentabilidad, pero muchos proyectos de desarrollo han sido suspendidos en espera de que se aclare la tributación. Desde principios de año, Mowi ha obtenido un beneficio neto de 157,1 millones de euros frente a 556,6 millones de euros en el primer semestre del año pasado.