Después de las palabras, coloque las acciones. A 48 horas de que finalice el plazo de 100 días que el Jefe de Estado había fijado para dar impulso al país, los interlocutores sociales son recibidos en Matignon este miércoles 12 de julio. Si el presidente del Gobierno ya había recibido a los sindicatos de forma bilateral a mediados de mayo para abrir un nuevo capítulo tras el conflictivo expediente previsional, este nuevo encuentro, de forma multilateral y con la patronal, pretende desembocar en resultados concretos. “Queremos respuestas a las preguntas formuladas a mediados de mayo”, subraya inmediatamente Marylise Léon, la nueva secretaria general de la CFDT. “Queremos algo concreto”, coincide Boris Plazi, miembro de la oficina de la CGT. «Siempre vamos allí con el mismo ánimo de reclamar», señala este miércoles en RFI Frédéric Souillot, secretario general de FO.
Al día siguiente de la secuencia de jubilaciones, el gobierno prometió efectivamente que pondría el trabajo en el centro de la discusión y que en estos temas no pretendía avanzar sin los interlocutores sociales. Pero los temas no faltan. Representantes de empresarios y trabajadores coincidieron la semana pasada en una apretada agenda social, aunque no surgieron sorpresas. Entre otras cosas, encontramos la cuestión del empleo de personas mayores, la cuenta de ahorro de tiempo universal, así como proyectos de seguimiento de varios acuerdos anteriores.
Los interlocutores sociales esperan ver con más claridad los expedientes que quedarán en exclusiva de la patronal y los sindicatos -la llamada agenda «autonómica»- y los sujetos a una carta marco del Gobierno. Estos últimos se preguntan así por el margen de maniobra para la negociación que deja el ejecutivo. “Queremos una verdadera socialdemocracia”, advierte Marylise Léon. La pregunta surge en particular para el seguro de desempleo, para el cual se debe firmar un nuevo acuerdo antes de finales de 2023. Para poder iniciar las discusiones, los órganos conjuntos han estado pidiendo esta carta marco durante mucho tiempo. El ejecutivo dice que es consciente de que el tiempo se acaba. El documento también debería salir “a finales de julio”, nos aseguran en Matignon.
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Aún así, en otros temas, los sindicatos y los empleadores no se han puesto de acuerdo. Empezando por la cuestión de los salarios. Los empresarios no quieren oír hablar de ninguna obligación interprofesional. Por el contrario, consideran que la decisión debe tomarse al interior de cada empresa, según sus capacidades, incluso a nivel de sucursal. Por parte de los representantes de los trabajadores, se cree que este tipo de negociación no siempre permite avanzar con la suficiente rapidez. Como prueba, según ellos, el número de sucursales que tienen uno o más mínimos bajo el SMIC. “La patronal no quiere oír nada, por eso queremos la intervención de la policía”, sostiene Boris Plazi, de la CGT. En la CFDT, todavía esperamos que surja “un incentivo para negociar”, subraya el número uno. Y citar, entre las vías propuestas, la condicionalidad de las ayudas públicas.
Como era de esperar, los puntos de acuerdo siguen siendo numerosos entre los sindicatos, pero está fuera de cuestión hablar de un intersindical. “Tenemos discusiones pero llevamos los temas por separado”, señala Boris Plazi. La misma historia en el lado de la reforma: «No preparamos la reunión juntos», confirma Marylise Léon. Solo Frédéric Souillot menciona la intersindical con una reunión prevista “el 25 de agosto para discutir cómo vemos las cosas”. “No podemos pasar página en la reforma de las pensiones”, insiste este miércoles.
Además de estos muchos temas, esta reunión también será la oportunidad de ver varias caras nuevas reunidas por primera vez dentro del panorama social. Así, la número uno de la CGT, Sophie Binet, estará acompañada por Marylise Léon, que tomó las riendas de la CFDT el 21 de junio y Patrick Martin, que fue elegido el 6 de julio al frente del Medef. Sin embargo, este último estará acompañado por su antecesor Geoffroy Roux de Bézieux, quien participará en su última multilateral. El fin de una era y el comienzo de una nueva.