No tan bien como ayer, pero todavía no es preocupante. A principios de 2024, el empleo ejecutivo está entrando en un período complicado. El descenso de las intenciones de contratación observado durante los últimos seis meses de 2023 debería continuar o incluso aumentar el próximo año, revela el último barómetro publicado este jueves por Apec (asociación para el empleo directivo). En concreto, el estudio realizado a principios de diciembre entre 2.000 directivos y 1.000 empresas destaca que sólo el 10% de los jefes prevé contratar uno de estos perfiles cualificados en los próximos tres meses. En comparación, el 14% respondió positivamente un año antes. La caída es especialmente brutal en las grandes estructuras (-10 puntos). Una desgana que puede explicarse por la pérdida de confianza en el nivel de su futura cartera de pedidos. Esto ha caído un 3% desde el último trimestre de 2023, el nivel más bajo desde marzo de 2021.
Aunque sobre el papel es preocupante, hay que poner en perspectiva la desaceleración, advierte Gilles Gateau, director general de Apec: “esta tendencia llega después de años de euforia”, subraya. Durante 2020, en pleno confinamiento, muchos se mostraron preocupados por el impacto de este periodo en el mercado laboral. De hecho, los siguientes tres años fueron históricamente exitosos. A finales de 2023, Francia había creado más de 1,2 millones de puestos de trabajo en el sector privado en comparación con antes de la crisis sanitaria, según el INSEE, que publicó una nota al respecto este miércoles 7 de enero. Entre ellos, muchos puestos ejecutivos.
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Sin embargo, esta mejora se convirtió en un sobrecalentamiento, ya que las necesidades de los empleadores superaron la oferta. Símbolo de esta euforia, la tasa de desempleo de los ejecutivos cayó al 4,1% en 2022 e incluso al 3,5% en 2023. Muy por debajo del umbral del pleno empleo, situado en torno al 5%, mientras que al mismo tiempo la media de trabajadores desempleados a nivel nacional era del 7,4%. Como resultado, la escasez de mano de obra gerencial se ha disparado. En 2022, casi el 85% de los líderes empresariales reportaron dificultades en sus planes de contratación de estos perfiles calificados.
Paradójicamente, la desaceleración actual es una buena noticia, al menos para los empleadores, que esperan poder contratar más fácilmente. En el último barómetro de Apec, la proporción de líderes empresariales que anticipan dificultades en sus proyectos de contratación cayó al 72%. La cifra, aún elevada, demuestra que estos empleados siguen teniendo una gran demanda… Siempre que la tendencia no se prolongue. Gilles Gateau quiere ser tranquilizador: “actualmente no estamos especialmente preocupados”.
A pesar de estos datos tranquilizadores, una ola de desconfianza se ha apoderado de los ejecutivos franceses. Ayer se apresuraban a cambiar de empresa para mejorar su salario o sus condiciones laborales, pero hoy están menos dispuestos a correr riesgos. Sólo el 9% de ellos dice ahora que está buscando trabajo activamente, en comparación con el 12% del año anterior. En esto, los perfiles más cualificados se suman a una tendencia generalizada en todo el mercado laboral francés, donde el número de dimisiones está disminuyendo. Después de alcanzar un máximo de 566.000 durante el segundo trimestre de 2023, su número experimentó una disminución inicial, cayendo a 518.000 en los tres meses siguientes. Y se espera que la tendencia continúe. Esta pérdida de confianza no es una buena noticia para los empleados, ya que la movilidad externa ha sido una poderosa herramienta para mejorar los salarios en los últimos años de varias maneras. Dejando directamente a un puesto mejor remunerado. E indirectamente, presionando a los líderes empresariales que podrían aumentar preventivamente los salarios para retener a sus empleados.
Sin embargo, el Gobierno observa con preocupación esta reversión de las curvas. Si inicialmente el ejecutivo pretendía presentarlo como un paréntesis en una tendencia positiva, el discurso ahora busca una solución para impulsar el empleo. Durante su discurso del 16 de enero, el presidente de la República, Emmanuel Macron, prometió “el segundo acto de la reforma laboral la próxima primavera”, sin detallar su contenido. Por su parte, el presidente del Medef, Patrick Martin, advirtió que el objetivo del pleno empleo no será alcanzable “sin una actividad económica subyacente”. Por lo tanto, el jefe de patrones pide al poder político “relanzar la política de oferta”.